Los m¨¢s feos del mundo

Si al caballo regalado no hay que mirarle el diente, a los novillos de festival no hay que mi rarles el trap¨ªo. Al menos, a los toreros y a los organizadores no les import¨® que salieran por el chiquero algunos de los novillos m¨¢s feos del mundo. Se trataba de un festival a beneficio de la lucha contra el c¨¢ncer en el que los ganaderos regala ron un ejemplar y los diestros, que actuaron desinteresada mente, eligieron su novillo.Finito lidi¨® uno de escasa presencia, de ¨¦sos que el de la localidad vecina te advierte que lo ha tra¨ªdo el conductor de coche de l¨ªnea en un canasto. A Alejandro Castro le sacaron otro excesivamente gacho, con los pitones tan abrochados y pegados al hocico, que si llegan a tener electricidad se funden los plomos. Y a ?ngel Estella, otro de escasos pitones y tan abiertos como un playero. Ponce, eligi¨® uno de su ganader¨ªa y deb¨ªan de estar peleados amo y subordinado pues el novillo anduvo pasando de su jefe hasta el final de la lidia donde se arreglaron un poco.

Los siete novillos estaban justos de fuerza y a pesar de ello los picadores les zurraron la badana tap¨¢ndoles la salida.

La sorpresa surgi¨® cuando el presidente, Diego M¨¢rquez, concedi¨® la vuelta al ruedo al novillo de Finito. Nadie la hab¨ªa solicitado, pues no la merec¨ªa, pero el caso es que se le dio la vuelta, tal vez por haber demostrado un poquito de bravura y nobleza cuando Finito lo tore¨® con gusto al natural.

Litri pod¨ªa haber sacado m¨¢s de su novillo si no le hubieran pegado tanto en el caballo. Ponce pele¨® lo suyo para conseguir su oreja. Liria, con el novillo de m¨¢s genio, hizo una faena emocionante basada en el natural. Los novilleros Castro, El Pireo y Estella no terminaron de acoplarse.