El Tenerife humilla al Bar?a
Un gol en fr¨ªo, dos penaltis y dos expulsiones consumaron el desastre azulgrana
Otra vez la misma historia. El Barca s¨®lo es capaz de vivir en paz consigo mismo como mucho 10 d¨ªas. Una de cal y, otra de arena. Quer¨ªa el Bar?a mantener la l¨ªnea de recuperaci¨®n de juego ofrecida en los ¨²ltimos partidos y se encontr¨® con la derrota m¨¢s pat¨¦tica. El grupo de Robson se ha acostumbrado a perder: suma ya seis derrotas esta temporada por una del l¨ªder. Pero la goleada de ayer har¨¢ da?o: los azulgrana cayeron ridiculizados, de forma sangrante, jugando con nueve hombres por expulsi¨®n de Nadal y Abelardo. Ni siquiera Ronaldo, que llegaba de triunfar en Brasil, ni Pizzi, que regresaba tras meter dos goles en el Calder¨®n, ni la magia que esta isla tiene para la memoria azulgrana evitaron el descalabro m¨¢s cruel que ha sufrido Bobby Robson.Podr¨¢ decir el t¨¦cnico brit¨¢nico que jugaron un tercio del partido con nueve y que dos de los tres goles fueron de penalti. Y que suman ya ocho penas m¨¢ximas en los ¨²ltimos seis partidos. Pero alguna culpa tendr¨¢ este equipo para acabar siempre con hombres expulsados y encadenar tres derrotas consecutivas. Llegan tiempos terriblemente dif¨ªciles para Robson, que logr¨® superar el ultim¨¢tum del club y que ahora vuelve a encontrarse con la soga al cuello. El Madrid est¨¢ a seis puntos y ma?ana podr¨ªa colocarse a nueve.
El partido se puso muy pronto para el Bar?a con cara de perros. No tuvo el grupo de Robson ni tiempo de ambientarse a la calurosa noche de Tenerife cuando Felipe les envi¨® a una ducha directa de agua fr¨ªa con el primer gol. El cuadro se pareci¨® al de otros tantos partidos: El Bar?a dispon¨ªa de tiempo m¨¢s que suficiente para remontar, pero empezaron los nervios, las imprecisiones y el p¨¢nico a perder y a tener que mirar ma?ana al Madrid con prism¨¢ticos.
Fue el primer equipo que hizo doblar la rodilla al Bar?a en esta Liga -empat¨® a 2 en Barcelona- y llevaba bien aprendida la lecci¨®n del Camp Nou. C¨¦sar G¨®mez act¨²o de secante de Ronaldo, Vivar Dorado de Giovanni y Llorente de Figo. Guardiola jugaba suelto hasta el centro del campo, pero todas sus intentos quedaban frustrados al no estar cerca de ¨¦l Amor, el ayuda de c¨¢mara. Fue entonces el momento de R¨®naldo, que asumi¨® la responsabilidad y tir¨® del carro. No tiene m¨¢s salida el Bar?a que cargar con lo mejor y peor de este extraordinario futbolista: Ronaldo s¨®lo sabe jugar solo. Como cuando no volvi¨® a ver otra vez solo a Luis Enrque, o cuando no vio a Giovanni y apost¨® por una vaselina o cuando oblig¨® a Ojeda a irse hasta el saque de esquina e intent¨® marcar desde all¨ª un gol.
El Bar?a Insisti¨® en su presi¨®n alocada -Popescu cruz¨® el campo a lo Ronaldo y Abelardo quiso ejercer de extremo- hasta que lleg¨® la expulsi¨®n de Nadal. Vivar Dorado se fue solo y Nadal le derrib¨®. Un gol en contra y a jugar con 10. La historia record¨® demasiado a Sarri¨¢ cuando el Bar?a perdi¨® el derby con un f¨²tbol lamentable. O todo o nada. No tuvo m¨¢s remedio Robson que apostar por el t¨¢ndem Pizzi-Ronaldo en busca del gol. El equipo se lanz¨® al ataque desesperado, dej¨® espacios y con ellos el suplicio. No tuvieron tiempo de reaccionar porque lleg¨® el penalti y se quedaron con nueve. El Heliodoro Rodr¨ªguez vivi¨® momentos de ¨¦xtasis.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.