El negocio de las rayas
Voy a ver la pel¨ªcula Tesis a unos multicines de mi pueblo. En taquilla me advierten que la copia facilitada por la distribuidora tiene algunas rayas, que se notan sobre todo en los cambios de rollo. Algunos, espectadores se han quejado, y en el cine se curan en salud advirti¨¦ndoles antes de entrar. Como he ido expresamente a ver esa pel¨ªcula y me fastidia volverme a casa, pago 725 pesetas y entro en la sala.La pel¨ªcula no es que tenga rayas: est¨¢ hecha unos zorros, y en los cambios da saltos y faltan fotogramas que afectan incluso a la banda sonora. Con casi un a?o de explotaci¨®n comercial a sus espaldas, est¨¢ claro que la distribuidora ha querido ahorrarse el coste de nuevas copias para esta segunda vida en la cartelera, propiciada por el aluvi¨®n de goyas.
El resultado: un enga?o al espectador, que paga dinero no rayado por ver una copia que llega a la sala de estreno despu¨¦s de pasar por Vitigudino. El aviso en taquilla no hace sino a?adir premeditaci¨®n. a la estafa; lo correcto ser¨ªa retirar la pel¨ªcula o cobrar la entrada m¨¢s barata.- Madrid.
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