Canarias, segundo observatorio del mundo para las ballenas
La actividad genera casi 2.000 millones de pesetas anuales, que se reparten empresas en su mayor¨ªa extranjeras
Los pescadores siempre han convivido con ellas, para desgracia de ambos, porque compiten por los mismos calamares. Pero era una relaci¨®n privada. Hasta hace cinco a?os. Una pel¨ªcula de Jacques Cousteau catapult¨® a los cet¨¢ceos de Canarias a la fama y, de paso, al estrellato de las ofertas tur¨ªsticas. 700.000 turistas, que produjeron casi 2.000 millones de pesetas, fueron a verlos en 1996. Sin embargo, las ballenas no se congratulan. Estudios biol¨®gicos confirman que padecen estr¨¦s por el acoso. Los vigilantes de Medio Ambiente tratan de evitarlo. Cada d¨ªa, desde hace un a?o, se monta una peculiar guerra contra los barcos con turistas al de Tenerife.En Canarias hay 24 de las 68 especies de cet¨¢ceos reconocidas, desde la colonia estable de ballenas piloto o calderones, que miden unos seis metros, hasta los m¨¢s raros rorcuales, de 20 metros, que viajan a aguas m¨¢s c¨¢lidas. Basta un paseo de 20 minutos para ver', grandes grupos de cet¨¢ceos, actividad que s¨®lo en EE UU convoca a m¨¢s gente que en las islas. "Ahora hay 29 barcos con licencia para ver ballenas y 12 m¨¢s la han pedido ya. Suele haber otra decena sin papeles, que normalmente desconocen el. decreto y que al advertirles se van", dice Manuel Louro, patr¨®n de la ¨²nica lancha de Medio Ambiente, la Calder¨®n.
-El decreto es el 320/1995, emitido en noviembre de 1995 por el Gobierno canario para regular la observaci¨®n. En el mundo hay pocos ejemplos de normas as¨ª, que, seg¨²n el viceconsejero canario de Medio Ambiente, Manuel Torres (PP), "protege a los animales de un acoso desmedido". Pero en el Calder¨®n o como cliente de sus contrincantes -casi todos barcos de propiedad ex-tranjera-, se comprueba que ha servido de poco.
"M¨ªralos, all¨ª hay tres barcos rodeando a los animales. Y ah¨ª viene uno de los Freebird. Seguro que tambi¨¦n se mete", presagia Juan Ram¨®n Padilla, pescador de toda la vida y marinero del Calder¨®n. Sus predicciones se cumplen. Los cuatro barcos, alguno con capacidad para m¨¢s de 150 pasajeros cercan a las ballenas. El decreto prohibe acercarse a menos de 60 metros y que m¨¢s de tres barcos est¨¦n a menos de 200 metros del mismo grupo. Freebird, una de las empresas multadas -un mill¨®n de pesetas, la m¨¢xima cuant¨ªa-, remiti¨® al viceconsejero, en diciembre, una protesta: "...todo el mundo sabe que la mayor¨ªa de las especiese est¨¢n amenazadas por la actividad, humana. Si comparamos las dos especies en juego, la del marino profesional [frente a los cet¨¢ceos] es, de lejos, la m¨¢s acosada y amenazada".
En la empresa, con empleados que no hablan espa?ol, una extranjera informa de- que el due?o no quiere hablar con periodistas, porque no puede ser bueno para ellos. Varias compa?¨ªas han pedido al viceconsejero cancelar las multas. Alegan que los cet¨¢ceos, "amistosos e indiferentes a la presencia de los barcos" son los que se acercan. El viceconsejero no cree que deban limitarse las licencias. S¨ª estudia una tasa en vez de permisos gratis. Torres opina que "eso frenar¨ªa a los que hacen da?o, que son los sin papeles".
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