El Gobierno planea una reforma para regular la situaci¨®n de 20.000 profesores universitarios

El Gobierno prepara un anteproyecto de ley para cambiar la Ley de Reforma Universitaria (LRU) de 1983 y reestructurar el sistema de profesorado. La gravedad de la creciente penenizaci¨®n -la precariedad contractual alcanza ya a unos 20.000 profesores- ha generado un consenso entre los principales partidos parlamentarios para configurar un nuevo modelo de carrera docente, pero tambi¨¦n para no tocar ning¨²n otro aspecto de la ley. La reforma de la reforma podr¨ªa estar en marcha antes de que acabe el curso acad¨¦mico. La principal novedad consiste en la creaci¨®n de un nuevo cuerpo de profesorado, con categor¨ªa de funcionario, que estar¨ªa por debajo de los actuales titulares y catedr¨¢ticos.

La LRU puso fin en 1983 al entonces grav¨ªsimo problema de los profesores no numerarios, los famosos penenes, pero, desde entonces, las necesidades apremiantes derivadas del enorme crecimiento de las universidades obligaron a sus gestores a utilizar todos los recursos posibles, especialmente el de la contrataci¨®n precaria. En estos momentos, unos 20.000 docentes, aproximadamente un tercio del total del profesorado, se encuentran atascados en su carrera y en su situaci¨®n laboral.Existe un gran vac¨ªo entre la finalizaci¨®n de los estudios de licenciatura y la posibilidad de concursar a plazas de profesor ayudante. Las plantillas de las grandes universidades est¨¢n colapsadas, con un ¨ªndice de saturaci¨®n de casi un 100%.

El proyecto intenta redefinir el concepto de carrera ac¨¢d¨¦mica, el conjunto de etapas que debe ir cumpliendo quien pretende dedicarse a la funci¨®n docente y de investigaci¨®n en la Universidad. Se trata de evitar que su estructura responda ¨²nicamente a las necesidades docentes, lo que configurar¨ªa una plantilla limitada a satisfacer las necesidades de impartir las materias b¨¢sicas m¨¢s masificadas y alejada del concepto de excelencia e investigaci¨®n.

En la base del nuevo modelo estar¨¢n los becarios, es decir, titulados que quieren continuar su formaci¨®n y siguen siendo estudiantes, sea de doctorado, segundo ciclo o posgrado. Esta categor¨ªa deber¨ªa abarcar tambi¨¦n a los llamados ayudantes -en realidad, becarios sin beca-, en el sentido de otorgarles el mismo estatuto, aunque hay dudas sobre si establecerlos como categor¨ªa separada. En cualquier caso, su contrato ser¨¢ de cuatro a?os improrrogables.

Por encima de este primer nivel se situar¨¢n los profesores asistentes, con t¨ªtulo de doctor, que constituir¨¢n la primera categor¨ªa de profesores. Se considera que a¨²n deben formarse para la docencia y adquirir experiencia. Tendr¨¢n un contrato administrativo de cuatro a?os, revisable tras los dos primeros. Se les recomienda realizar una estancia de investigaci¨®n en un centro extranjero de prestigio.

La gran novedad del proyecto es la creaci¨®n de la figura del profesor permanente, cuya denominaci¨®n tambi¨¦n podr¨ªa ser la de ordinario o numerario, que responde a la figura anglosajona del assistant professor.Se llega a ella tras haber cumplido los cuatro a?os como asistente, y tiene ya categor¨ªa de funcionario. El acceso ser¨¢ mediante concurso de ¨¢mbito estatal convocado por la Universidad.

La composici¨®n del tribunal es uno de los puntos que se debaten. Se discute si escoger el sistema llamado 2 + 3, en el que dos miembros del tribunal proceden de la universidad que convoca la plaza, lo que facilita la cooptaci¨®n interna, o el 1 + 4, que la hace m¨¢s dif¨ªcil.

A partir de esta nueva categor¨ªa de profesorado, ya dentro de la carrera docente, se podr¨¢ acceder a las actuales categor¨ªas de profesor titular y, posteriormente, catedr¨¢tico. Se mantiene el cuerpo de profesores titulares de escuela universitaria, si bien tender¨¢ a desaparecer, con la excepci¨®n de algunas titulaciones muy espec¨ªficas, como las diplomaturas.

Tambi¨¦n se mantiene la figura del profesor asociado, aunque limit¨¢ndola a lo que se pretend¨ªa cuando se aprob¨® la LRU, es decir, especialistas de reconocida competencia, que desarrollan su actividad fuera de la Universidad, contratados para impartir una materia determinada. Se crean dos nuevas figuras, la de colaborador docente, que abre la puerta a la contrataci¨®n de personalidades de gran prestigio, y la de profesor visitante, para proyectos concretos.