Un proceso de transici¨®n para desatascar

El proyecto prev¨¦ un proceso de transici¨®n para desatascar el sistema actual. Los actuales becarios se asimilar¨¢n a la categor¨ªa de becarios, al igual que los estudiantes de doctorado contratados para convenios de investigaci¨®n y, eventualmente, tambi¨¦n los asistentes. Los actuales asociados que no se correspondan con la figura real de asociado de la LRU se reconvertir¨¢n en colaboradores docentes, pero los asociados con t¨ªtulo de doctor dispondr¨¢n del derecho de participar en los concursos a plaza de profesor permanente.Los actuales ayudantes no ser¨¢n reconvertidos y, al acabar sus contratos, los que tengan el doctorado podr¨¢n participar en los concursos a plaza de profesor permanente en las mismas condiciones que los asistentes. Lo mismo que los que se incluyan en el programa de recuperaci¨®n de doctores del extranjero o doctorados con m¨¢s de cuatro a?os asimilados a la figura de profesor asistente, que podr¨¢n aspirar a la de profesor permanente. Los catedr¨¢ticos de escuela universitaria ser¨¢n equiparados a los profesores titulares de universidad.

En el curso 1982-83 hab¨ªa en Espa?a 692.152 estudiantes universitarios, 19.569 profesores funcionarios y 21.405 docentes calificados como "otro profesorado" -los penenes-. En el curso 1995-96 estas cifras se hab¨ªan convertido en 1.537.210 alumnos, 34.729 profesores funcionarios y 32.148 "otros profesores", de los que casi 20.000 no corresponden a las figuras te¨®ricas que desempe?an, sino que son, pura y simplemente, nuevos penenes.

El colapso de la actual plantilla ordinaria hace imposible la promoci¨®n del profesorado contratado. El galimat¨ªas es total. Las universidades espa?olas acogen, adem¨¢s de catedr¨¢ticos y profesores titulares, a una diversidad de figuras que van desde el simple becario a los asociados a tiempo completo prorrogados por real decreto, pasando por ayudantes que cumplen su plazo sin posibilidad de acceder a contratos m¨ªnimamente cualificados o asociados a tiempo parcial que no responden al esp¨ªritu con el que la ley cre¨® esta figura, destinada a atraer a profesionales de reconocido prestigio.

De mantenerse la situaci¨®n actual, dentro de unos a?os -2010-2020-, cuando se produzcan las jubilaciones, no habr¨¢ recambio, ya que no se habr¨¢ podido mantener dentro del sistema a personas altamente formadas. Los expertos calculan que ser¨ªa indispensable un incremento global de personal de las universidades de entre un 15% y un 20%, y por tanto, de la financiaci¨®n correspondiente. ?sta es la cuesti¨®n m¨¢s peliaguda del proyecto de reforma.