Diez jefes de la Guardia Civil se sientan hoy en el banquillo
Diez integrantes de la Unidad Central de Investigaci¨®n Fiscal y Antidroga (UCIFA) se sentar¨¢n desde hoy en el banquillo de la Audiencia Nacional para ser juzgados por el presunto delito, entre otros, de pagar con droga a confidentes. La vista, en la que tambi¨¦n est¨¢n inculpados ocho narcotraficantes, tendr¨ªa que haber comenzado el 27 de enero. El tribunal la suspendi¨® entonces al no comparecer uno de los narcos y renunciar un agente a su abogado. El fiscal pide en total 97 a?os de prisi¨®n para los guardias civiles implicados en un caso instruido por el juez Baltasar Garz¨®n y que constituye el primer juicio sobre la corrupci¨®n en la Guardia Civil en la ¨¦poca en que la dirigi¨® Luis Rold¨¢n.
La detenci¨®n de los diez guardias civiles se produjo en 1992. La operaci¨®n fue dirigida por Baltasar Garz¨®n, el titular del Juzgado Central de Instrucci¨®n, n¨²mero 5 de la Audiencia Nacional, y supuso un esc¨¢ndalo ante el desmantelamiento de la UCIFA y el arresto, incluso con grilletes, de oficiales y jefes. Los letrados de la defensa tienen la intenci¨®n de argumentar que Garz¨®n coaccion¨® a procesados para forzar confesiones contra superiores.Los agentes implicados en presuntos pagos con droga a confidentes, as¨ª como en registros y detenciones ilegales, son el comandante Jos¨¦ Ram¨®n Pindado, el sargento Gonzalo M¨¦ndez y el guardia Vicente Dom¨ªnguez, para cada uno de los cuales el fiscal solicita 15 a?os de prisi¨®n; el teniente coronel Francisco Quintero y el guardia Doroteo G¨®mez, para los que se piden nueve; el capit¨¢n Jes¨²s Narciso N¨²?ez y el cabo Manuel Jim¨¦nez, ocho; y el capit¨¢n Sebasti¨¢n M¨¢rquez, el cabo F¨¦lix Molina y el guardia Antonio L¨®pez, seis.
La primera acci¨®n irregular se remonta a enero de 1988. Molina, G¨®mez y L¨®pez se desplazaron a Pamplona para indagar acerca de la implicaci¨®n en el narcotr¨¢fico del tambi¨¦n guardia Juan Carlos Garc¨ªa. Seg¨²n los cargos, lo hicieron con singular pericia: "introdujeron en su veh¨ªculo 25 gramos de hach¨ªs y dos papelinas de heroina". Por supuesto, le detuvieron. Luego, al redactar los informes, ocultaron, su treta.
M¨¢rquez, Molina, L¨®pez y Dom¨ªnguez no lograron arrestar en diciembre de ese mismo a?o al traficante Juan Antonio Carrasco. Dos de ellos entraron entonces en su piso sin permiso alguno, pero no hallaron nada comprometedor. En un trastero s¨ª que encontraron, sin embargo, un rev¨®lver y 100 gramos de hero¨ªna. Trasladaron estas pruebas a la casa y despu¨¦s pidieron una orden de registro. Carrasco fue condenado.
Pocos meses m¨¢s tarde, en febrero de 1989, M¨¢rquez y Molina organizaron una vigilancia a otro piso, de la calle madrile?a de Concha Espina, al que iba a acudir un tal Julio C¨¦sar a comprar coca¨ªna. Pero ¨¦ste entr¨® y sali¨® de ¨¦l sin ser visto. La explicaci¨®n oficial fue que los sospechosos "se ausentaron del domicilio, no habiendo regresado".
Recompensas
Quintero, una vez que sus subordinados desmantelaron una red kurda de tr¨¢fico de hero¨ªna, permiti¨® en noviembre de 1989 que el confidente que hab¨ªa propiciado tal ¨¦xito se llevase como recompensa dos kilos de droga.
El propio Quintero desvi¨® en mayo de 1990 un kilo de coca¨ªna, de un alijo de 30 intervenido en Lloret de Mar (Girona), para dos confidentes, Jos¨¦ Luis Recuero y Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa, apodados los Dalton. Jim¨¦nez lo sustituy¨® con az¨²car para cuadrar el peso.
Tambi¨¦n G¨®mez, en septiembre de ese a?o, detrajo 100 gramos de hero¨ªna, de una partida de 2.100 requisada en Almuradiel (Toledo), para d¨¢rselos a otro confidente, Luiz Ezquerocha, que se los vendi¨® a Juan Jos¨¦ Garrote.
En diciembre siguiente la UCIFA se hizo en el aeropuerto de Barajas con 93 kilos de coca¨ªna colombiana. G¨®mez retir¨® cinco y Pindado seis, cinco de ellos para los Dalton. Dos de ¨¦stos fueron vendidos a Ram¨®n Temple, quien, a su vez, se los revendi¨® a Garrote, Ricardo Fern¨¢ndez y Juan Pallol. M¨¦ndez rebaj¨® en los informes la droga aprehendida.
De otros diez kilos de coca obtenidos en el hotel Libany, de Madrid, G¨®mez y Dom¨ªnguez retiraron dos para su venta. Miguel Cobos los sac¨® del establecimiento. Uno lo adquiri¨® Juan Miguel Rada y medio se lo llev¨® Pindado para Temple.
Por ¨²ltimo, en abril de, 1991, Pindado retir¨®, tambi¨¦n para Temple, tres kilos de 30 requisados igualmente en el aeropuerto de Madrid. Los atestados fueron asimismo manipulados.
El tribunal suspendi¨® el 27 de enero el comienzo del juicio al no comparecer el supuesto narcotraficante Garrote, para el que la fiscal¨ªa pide diez a?os de prisi¨®n y una multa de 125 millones de pesetas. La citaci¨®n no le hab¨ªa llegado por un error burocr¨¢tico, ya subsanado.
Se dio la circunstancia adem¨¢s de que Dom¨ªnguez, el guardia arrepentido cuyas revelaciones condujeron a la desarticulaci¨®n del grupo antidroga, present¨® un escrito renunciando a su abogado, Jos¨¦ Emilio Rodr¨ªguez, por las divergencias surgidas entre ellos al pretender ¨¦ste cambiar la l¨ªnea de defensa. A Dom¨ªnguez le defender¨¢ ahora Isabel Garc¨ªa.
Seg¨²n el calendario provisional, los acusados declarar¨¢n entre hoy y el d¨ªa 14. A continuaci¨®n lo har¨¢n m¨¢s de cien testigos, entre ellos Rold¨¢n y Rafael Vera, ex secretario de Estado para la Seguridad.
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