Yeltsin reparte cartas
YELTSIN HA vuelto. Sus primeras actuaciones han sido para imponer su mando y, previsiblemente, retomar la senda de la reforma. Su decisi¨®n de remodelar todo el Gobierno con Anatoli Chub¨¢is como ¨²nico primer viceprimer ministro es, en principio, una se?al de qu¨¦ se propone emprender unas reformas de la econom¨ªa que Rusia necesita con urgencia. Pero, hay que aguardar a conocer la_composici¨®n del nuevo Ejecutivo antes de poder confirmar este anhelo reformista. Es de esperar que Evgueni Primakov siga al frente de la diplomacia, pues la OTAN ha invertido mucho en ¨¦l en la b¨²squeda de un acuerdo bilateral.Yeltsin se arriesga, ya que Chub¨¢is es un hombre impopular en Rusia. Responsable de las privatizaciones entre 1991 y 1996 y del reparto de muchas de las riquezas del pa¨ªs, que la mayor¨ªa de los rusos vivieron como una tremenda injusticia, Chub¨¢is, adem¨¢s de haber sido fiel capit¨¢n de la Administraci¨®n presidencial durante la enfermedad de Yeltsin, encarna la idea de reformas liberalizadoras. Es un hombre duro que lleva a cabo sus prop¨®sitos. Falta que el nuevo Gobierno consiga transmitir a millones de rusos un sentido de segunda oportunidad, con nuevas reformas que han de incluir la privatizaci¨®n de la tierra.Yeltsin, en lo que constituye la verdadera inauguraci¨®n de su presidencia tras haber. ganado las elecciones ya enfermo, mantiene como primer ministro a V¨ªktor Chernomirdin, personalidad muy vinculada a los intereses oligopol¨ªsticos del sector energ¨¦tico y de la antigua nomenklatura, pero que tambi¨¦n ha contribuido a la estabilidad durante una larga enfermedad presidencial de incierta evoluci¨®n futura. Pero la: permanencia de Chernomirdin es tambi¨¦n reflejo de la presencia de los intereses econ¨®micos que representa -industriales y energ¨¦ticos-, frente al sector financiero que se identifica con Chub¨¢is. El nuevo t¨¢ndem refleja as¨ª no s¨®lo un equilibrio generacional, sino tambi¨¦n de intereses sectoriales.
En todo caso, el que llega para poner firme a la impopular¨ªsima clase dirigente y presentarse de nuevo como el l¨ªder que comprende al pueblo es Yeltsin, un presidente que se ha caracterizado por flotar como ¨¢rbitro sobre los diversos grupos de intereses. Esta vez puede haberse percatado de que el proverbial pozo de paciencia de una parte muy numerosa y muy castigada de la poblaci¨®n rusa se est¨¢ secando. Es de desear que el nuevo Gobierno impulse sin demora unas reformas en profundidad dirigidas a, normalizar la econom¨ªa y a atender a las dificultades de los ciudadanos, pues de otro modo se corre el riesgo de desembocar en una gigantesca albanizaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.