Navarro Baldeweg: "En pintura espero el milagro, en arquitectura no"
El artista expone en Madrid 15 "paisajes autobiogr¨¢ficos"
Los 15 ¨®leos que el arquitecto Juan Navarro Baldeweg (Santander, 1939) expone desde ayer en la galer¨ªa madrile?a de Juana de Aizpuru son "paisajes autobiogr¨¢ficos". "Han nacido en una casita que tengo en Alicante; la luz y la naturaleza de all¨ª son mi f¨¢brica de sensaciones" afirma Navarro Baldeweg, quien entre cuadro y cuadro proyecta la remodelaci¨®n, en pleno centro de Roma, de la biblioteca Hertziana y, en la Universidad de Princeton (EE UU), la ampliaci¨®n de su escuela de m¨²sica. "En la pintura siempre estoy esperando el milagro; en la arquitectura, no", dice el arquitecto.
Los quince lienzos de Juan Navarro Baldeweg que se exponen en Madrid hasta finales del pr¨®ximo mes de abril son paisajes que, entre lo figurativo y lo abstracto, tienen como gran protagonista el color. Sus cuadros son una mirada a la naturaleza, algo que, seg¨²n afirma el propio autor, tambi¨¦n forma parte de su trabajo como creador de espacios para habitar. "No hay que olvidar que la arquitectura es una naturaleza abstracta", se?ala Navarro Baldeweg. "Cuando construimos un edificio reproducimos la naturaleza a nuestra medida", dice."Pintar me llena de placer" contin¨²a el arquitecto, quien afirma que cuando pinta no inventa. "Cuando pinto no puedo desprenderme de mi v¨ªnculo con la realidad. A pesar de eso, lo vivo como una experiencia art¨ªstica muy diferente a la arquitectura". Para Navarro Baldeweg, "en la pintura, el factor azar es esencial. La pintura se hace ella sola, la pintura busca al pintor y no al rev¨¦s". "En la pintura siempre espero un milagro; en la arquitectura, no. Como mucho, una sorpresa", comenta.
"La arquitectura es construcci¨®n en la que a veces tambi¨¦n hay sitio para la experimentaci¨®n", se?ala Baldeweg antes de a?adir: "Aunque para m¨ª no existe una experiencia art¨ªstica comparable a la satisfacci¨®n que produce la arquitectura cuando has terminado el trabajo y puedes contemplarlo. La arquitectura es un arte donde hay muchos intermediarios, hay que navegar con cuidado. Hace falta, adem¨¢s de ideas, cautela, inteligencia y mucha diplomacia para poder conseguir lo que uno quiere. Pero cuando finalmente llega, es algo incomparable".
Entre los proyectos que prepara el artista -que fue galardonado con el Premio Nacional de Bellas Artes en 1990 y cuya obra arquitect¨®nica se expone estos d¨ªas en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Harvard (Estados Unidos)- est¨¢n la ampliaci¨®n de la biblioteca Hertziana, en el palacio Zuccari, de Roma; y la ampliaci¨®n del Centro de M¨²sica de Woolworth, de la Universidad de Princeton (EE UU). Ambos proyectos son resultado de concursos internacionales.
Entrar en la mente
"La puerta del palacio Zuccari, un edificio circular, es una gran boca. Mi idea, enormemente respetuosa con el edificio original, es utilizar esa gran boca como s¨ªmbolo y al entrar por ella encontrar una biblioteca que, desde la forma circular del edificio, cubra todas las paredes hasta el techo. As¨ª, por la boca, entramos en la mente, en un espacio que quiere ser la imagen de la conciencia", explica este arquitecto que siempre ha afirmado que en su trabajo ha destacado la convivencia pac¨ªfica con los edificios hist¨®ricos y para quien la arquitectura es la totalidad que ofrecen ciudades como Roma.
Junto al proyecto romano, el estudio de Baldeweg tambi¨¦n trabaja en la r¨¦plica de las cuevas de Altamira, el campus de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y en el de Princeton. "El proyecto de Princeton es otra biblioteca, pero esta vez, adem¨¢s de libros, hay partituras y discos compactos. Y eso hace variar los conceptos".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.