Inmoralismo
"La decencia es la conspiraci¨®n del silencio de la indecencia". Hubo un tiempo en que las frases de George Bernard Shaw llenaban libros. ?sta es una que define lo que sucede en esta comedia desagradable -en el re parto que hizo el autor de algunas de sus obras-, donde la se flora Warren, antigua prostituta y madame, y sus amigos de francachela y socios, denuncian la conspiraci¨®n del silencio de los decentes, donde un empresario puede tener a 600 chicas con un sueldo por debajo de la subsistencia, y ser¨ªa ¨¦l quien las lanzara a la explotaci¨®n sexual. Como otros lanzaron en su juventud a la se?ora Warren. La diferencia entre lo que contaba Shaw y lo que sucede ahora es muy escasa; quiz¨¢ los intelectuales -¨¦l lo fue, fabiano en es tado puro- ya no lo digan, o entren en la misma conspira ci¨®n. Entonces la censura prohibi¨® la obra, y hubo que negociar con ella. En 1902 todav¨ªa era un esc¨¢ndalo. Yo veo algunas otras cosas en esta representaci¨®n, circunscrita a escenas de dos personajes, referidas a su tiempo: la cuesti¨®n de la mujer, su explotaci¨®n, su trabajo, representada por la se?ora y por su hija, que ignora la profesi¨®n de su madre y que se est¨¢ emancipando por el estudio de una carrera (pero, se pregunta ella misma,si lo ha conseguido por el dinero que ganaba su madre, es que, las dos son finalmente semejantes) y la apertura entre generaciones, que en ella produce esa austeridad y esa soledad y en otro, en su novio-hermano (Shaw no llegaba a la defensa de la legalizaci¨®n del incesto: ni a¨²n ahora se atreve nadie), produce el cinismo, la marginaci¨®n, la holgazaner¨ªa y, en fin, su desesperaci¨®n.El tiempo transcurrido no hace perder la densidad de las tesis, ni la vida ha cambiado tanto; eso s¨ª, Shaw ha perdido inter¨¦s porque el teatro que le imit¨®, que desarroll¨® sus ideas socialistas y nuevas, le ha ido superando durante un tiempo, aunque haya ido desapareciendo despu¨¦s. Como todos los inmoralistas, convencidos de su inutilidad. La representaci¨®n del estreno no fue muy buena, aunque hubiera en ella el largo mon¨®logo de Julieta Serrano o el dominio del personaje por Ana Torrent, la verdadera protagonista, por su papel, de la obra. El decorado espanta: una sola pieza de moqueta, o de papel imit¨¢ndola, que cubre suelo y paredes. Sin embargo, hubo los largos aplausos de costumbre, y aun m¨¢s que de costumbre. Por Shaw, por las actrices, por la traducci¨®n y la sencilla direcci¨®n.
La profesi¨®n de la se?ora Warren La profesi¨®n de la se?ora Warren, de G
B.Shaw (1902), adaptaci¨®n de Vicente Molina Foix. Director: Calixto Bieito. Int¨¦rpretes: Ana Torrent, Miguel Arribas, Julieta Serrano, Alberto Alonso, Andoni Garc¨ªa, Francisco Merino. Vestuario: Merc¨¦ Paloma. Escenograf¨ªa: M¨®nica Quintana. Teatro del C¨ªrculo de Bellas Artes
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