En el metro falta personal
En los d¨ªas que llevamos de 1997 ya son seis los accidentes graves, con resultado de muerte,registrados en el metro. No todo lo podemos cargar en el debe de la casualidad como se quiere hacer desde diversos medios. Por ejemplo, hace 20 a?os que ning¨²n trabajador era atropellado por un tren, y no es que sean muchos o pocos, simplemente hay, medidas de seguridad que impedir¨ªan que este accidente se hubiese producido, como por ejemplo dotar a los trabajadores que realizan su labor en la v¨ªa con se?ales individuales reflectantes adecuadas (similar a las de los miembros de Protecci¨®n Civil, por ejemplo), impedir la circulaci¨®n de trenes a m¨¢s de 20 kil¨®metros por hora siempre que haya situaciones de precauci¨®n, sustituir los trenes cl¨¢sicos o, al menos, adaptarlos a los nuevos sistemas autom¨¢ticos, etc¨¦tera.En cuanto a los accidentes de viajeros en lo andenes de las estaciones, no creemos que se puedan extinguir, pero s¨ª reducir, con la presencia, una y mil veces reclamada desde este sindicato, de agentes a nivel de and¨¦n, tal y como ocurr¨ªa no hace tantos a?os, cuando los jefes de estaci¨®n ocupaban las cabinas de los andenes de cada estaci¨®n y, ante cualquier incidencia, prestaban sus servicios a los usuarios que as¨ª lo reclamaban, a la vez que serv¨ªan como disuasi¨®n para gamberros, carteristas, atracadores... e incluso presuntos suicidas.Desde que la pol¨ªtica de abandono de las instalaciones se viene practicando, la calidad del servicio prestado ha ca¨ªdo en picado, a la vez que la inseguridad se ha disparado.Por ello condenamos las informaciones sesgadas que sobre el metro se vienen dando, y nos tememos que se incrementen de ahora en adelante ,como los que reclaman toda clase de automatismos para eliminar a los trabajadores y trabajadoras, no s¨®lo a los conductores del tren, sino tambi¨¦n a los encargados de los, puestos de venta de billetes.
Desde criterios de servicio p¨²blico, ya que no se est¨¢ hablando de fabricar coches o electrodom¨¦sticos, sino de transportar personas (cientos de miles d¨ªa tras d¨ªa), esas automatizaciones no se sostienen. La prueba est¨¢ en los vest¨ªbulos mecanizados que la Direcci¨®n de Metro implant¨® hace ya tres a?os, la no presencia de trabajadores dispar¨® el fraude, los gastos en reparaciones, robos, etc¨¦tera, teniendo que optar por otra medida, equivocada a nuestro juicio, pero tambi¨¦n defendida por los sesudos economicistas que nos ha tocado padecer, que consisti¨® en poner un vigilante jurado en cada vest¨ªbulo mecanizado. Los vigilantes jurados no son plantilla de Metro, son contratas privadas, y salen m¨¢s baratos debido a las m¨ªseras condiciones econ¨®micas y de trabajo que soportan. Automatizar una l¨ªnea de Metro es poco menos que un atentado contra toda la poblaci¨®n en beneficio de unos pocos, muy pocos. Poner la vida de cientos de miles de personas en manos de un programa inform¨¢tico debe ser tema de novelas de ciencia-ficci¨®n, m¨¢s bien de terror, y no de la realidad.-
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