Gaultier homenajea a los artistas negros
La silueta estilizada, ¨²nico denominador com¨²n entre todos los dise?adores
Fue un canto al jazz. Jean-Paul Gaultier, el enfant terrible franc¨¦s por excelencia, hizo el viernes, en su presentaci¨®n de la colecci¨®n oto?o-invierno 1997-98, todo un homenaje a las artistas de origen africano, como Billie Holliday, Ella Fitzgerald, Nina Simone o Josephine Baker. Para ello utiliz¨® a las modelos negras m¨¢s guapas, como Naomi Campbell o Brandy Qui?ones, vestidas entre sofisticadas y extravagantes, con mucho toque de lurex en oro y plata.
La propuesta de Gaultier, que siempre ha dicho que su principal fuente de inspiraci¨®n es la calle, se bas¨® en los trajes pantal¨®n en telas metalizadas plata o cobre, con grandes chaquetas cruzadas y ligeramente despegadas del cuerpo. Como complemento, bufandas de zorro al hombro, tacones de aguja, gafas de sol y un turbante o un recogido exagerado tipo masai.El circuito de pasarelas europeas cara a la pr¨®xima temporada oto?o-invierno 199798, que se inici¨® en Londr¨¦s y continu¨® en Mil¨¢n, finaliza en Par¨ªs el pr¨®ximo 19 de marzo. El sabor internacional que respira la lista de creadores incluidos en el calendario, organizado por la C¨¢mara Sindical del Pret-¨¤-Porter Franc¨¦s, no deja lugar a dudas: Par¨ªs sigue siendo la capital de la moda.
En cuanto. a las propuestas generales, rebosa un cierto aire de esquizofrenia que abarca un amplio espectro donde el com¨²n denominador reside en una silueta b¨¢sicamente estilizada. Se admiten todos los largos posibles. Los pantalones oscilan entre, rectos, pitillos, anchos y con pinzas, encima del tobillo o tocando el empeine del zapato. El punto se perfila. como imprescindible y se traduce a cualquier prenda.
El concepto del trans-vestir, o sea, el juego del masculino-femenino, inunda las pasarelas en forma de trajes pantal¨®n de chaquetas o levitas largas y ajustadas, abrigos rectos en rayas diplom¨¢ticas grises, marinos o pr¨ªncipe de Gales. Y el negro es un constante como si de un neopunk se tratara, no s¨®lo en los llamados vanguardistas modernos, sino tambi¨¦n en firmas tradicionales.
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