La amenaza del terrorista m¨¢s buscado por EE UU
Desde de su reducto en los montes de Afganist¨¢n oriental, Osama bin Landen -considerado por Washington como el enemigo integrista de Occidente m¨¢s peligroso- ha amenazado a los estadounidenses con un nuevo ba?o de sangre contra sus fuerzas en Arabia Saud¨ª. En una entrevista concedida a The Independent, el disidente millonario saud¨ª de 44 a?os, que dirigi¨® un ej¨¦rcito de combatientes contra la ocupaci¨®n sovi¨¦tica de Afganist¨¢n, proclama que actualmente cuenta con el apoyo de miles de paquistan¨ªes para llevar a cabo su jihad (guerra santa) contra las tropas estadounidenses. en el golfo P¨¦rsico. Asimismo, reconoci¨® por primera vez que sus guerrilleros afganos libraron batallas callejeras contra las fuerzas norteamericanas durante la misi¨®n de la ONU en Somalia.Bin Landen a?adi¨® que envi¨® faxes al rey Falid y a los principales departamentos del Gobierno saud¨ª en los que informaba de su determinaci¨®n de librar la jihad contra los norteamericanos. Asegur¨®, incluso, que algunos miembros de la familia real saud¨ª estuvieron de acuerdo con su petici¨®n de expulsarles del golfo P¨¦rsico, una acusaci¨®n que reforzar¨¢ las sospechas de Washington de que destacadas figuras saud¨ªes apoyaron de manera encubierta al movimiento disidente.
Pas¨¦ la noche en el campamento guerrillero de Bin Landen, a m¨¢s de 2.000 metros de altitud, en el sureste de Afganist¨¢n, donde ,sus mujahidin (combatientes), con uniforme de camuflaje y kufia, patrullan la zona armados con lanzagranadas y fusiles autom¨¢ticos. All¨ª encuentro a Bin Landen, con turbante blanco e indumentaria verde, con un Kal¨¢shnikov de asalto, sentado en el suelo con una l¨¢mpara de gas como ¨²nica compa?¨ªa mientras rememora la explosi¨®n que masacr¨® a 24 estadounidenses en el atentado de Riyad un gran acto en el que no tuve el honor de participar" dice en un tono que refleja su odio por los "ocupantes" norteamericanos de su pa¨ªs.
Sorprendentemente -a la vista de sus amenazas previas contra las tropas francesas e inglesas en el golfo P¨¦rsico-, Bin Laden asegura que las Fuerzas Armadas de ambos pa¨ªses suponen s¨®lo una "presencia simb¨®lica" en Arabia Saud¨ª, elogiando en cierto modo a los brit¨¢nicos por no haber ocupado la pen¨ªnsula Ar¨¢biga durante la I Guerra Mundial. Tambi¨¦n destaca que las naciones europeas se est¨¢n distanciando de la pol¨ªtica estadounidense, separando su voto contra Israel en el debate que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas mantiene sobre el nuevo asentamiento jud¨ªo en territorio ¨¢rabe ocupado a las afueras de Jerusal¨¦n.
Pero si las tropas brit¨¢nicas y francesas en el Golfo pueden en teor¨ªa gozar ahora de mayor tranquilidad -una premisa en s¨ª misma dudosa-, los estadounidenses, en cambio, tendr¨¢n que enfrentarse a una nueva escalada armada. "Esta es la primera vez en 14 siglos, que las dos ciudades santas (La Meca y Medina) han sido ocupadas por fuerzas no isl¨¢micas", afirma. "En el pasado, no hab¨ªa existido resistencia real por parte musulmana porque la clase instruida al servicio del Gobierno saud¨ª enga?aba a la gente con- el argumento de que los norteamericanos les ofrec¨ªan protecci¨®n. Pero ahora, la Naci¨®n isl¨¢mica entiende la verdad y los paquistan¨ªes se han aliado con nosotros para expulsar a los estadounidenses". Y zanja su teor¨ªa con un argumento rotundo que no deja resquicios para la duda: "Dios us¨® nuestra guerra sagrada en Afganist¨¢n para acabar con la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Ahora pedimos a Dios que nos utilice una vez m¨¢s para acabar con los norteamericanos, para convertirles en sombras de s¨ª mismos.
The Independent / EL PA?S
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