M¨¢s de cinco horas de corrida
Rafael Ortega se llev¨® la Oreja de Oro por segundo a?o consecutivo; Pedrito de Portugal bord¨® el toreo en una faena de antolog¨ªa fuera de concurso a una res brava de regalo; cinco de los seis alternantes regalaron un toro y la corrida dur¨® cinco horas 15 minutos. ?Vaya festejo!Ortega se hizo acreedor de la Oreja de Oro por su completa labor al tercero, un burel que buscaba al torero. Carg¨® la suerte en las ver¨®nicas y se ajust¨® en pl¨¢stico quite por chicuelinas. Coloc¨® tres espectaculares pares de banderillas en todo lo alto y en el mismo sitio que pusieron al p¨²blico de pie.
Como el ejemplar acab¨® parado, el diestro de Tlaxcala logr¨® sacarle las embestidas pensando y desarrollando valor. Corri¨® la mano con lentitud y cuaj¨® una corta pero meritoria faena que redonde¨® con un soberbio estoconazo. Antes de que empezaran a lidiarse los sobreros de regalo, el matador retirado Joselito Huerta le entreg¨® el codiciado trofeo. Este premio fue el colof¨®n de su brillante actuaci¨®n en esta temporada, donde result¨® indiscutible triunfador.
Armillita / Seis matadores
Toros de Armillita Hermanos,terciados y pobres de pitones, d¨¦biles y descastados; pitados salvo 4?. Regalo de cinco sobreros de diversas ganader¨ªas. Jos¨¦ Luis Bote: ovaci¨®n y salida al tercio; aplausos. Alejandro Silveti: aviso y silencio; oreja. Rafael Ortega: oreja. El Conde: divisi¨®n y salida al tercio; ovaci¨®n y salida al tercio. Pedrito de Portugal: aplausos; dos orejas. Fernando Ochoa: aplausos; aviso con retraso, y ovaci¨®n y salida al tercio. Monumental Plaza M¨¦xico,23 de marzo. Tres cuartos de entrada.
Con una rapsodia de ver¨®nicas salud¨® Pedrito de Portugal al quinto, protestado por escu¨¢lido, haciendo gala de su dif¨ªcil facilidad al trastear al reserv¨®n animal. Con el s¨¦ptimo -primer sobrero, de Rodrigo Aguirre-, que mereci¨® arrastre lento por su bravura y nobleza, el lusitano destap¨® el frasco de las esencias. Empez¨® apercibirse su delicado aroma al engarzar ver¨®nicas, chicuelinas y navarras. En el anillo inici¨® su faena con p¨¦ndulos cambiados por la espalda, siguiendo con tandas de acompasados naturales y redondos ejecutados en c¨ªrculo.Enhebr¨® tres dosantinas con cambios de mano por delante abrochados con el de pecho o con un afarolado, Su toreo a recoveco fue de una pureza extraordinaria.
Los deseos de triunfo de Jos¨¦ Luis Bote lo llevaron a jugarse la vida irreflexivamente con el primero, que desarroll¨® sentido. Con el ¨¢spero octavo -de Tequisquiapan, segundo sobrero- el madrile?o no pudo y realiz¨® un trabajo atropellado, tratando de agradar a los tendidos.
Alejandro Silveti lance¨® con suavidad al incierto segundo, pero a pesar de su enorme voluntad poco pudo hacer con una bestia que se echaba a la arena o se revolv¨ªa peligrosamente. El acalambrado 11? -quinto sobrero, de Armillita Hermanos- sali¨® arrastrando las patas, pero termin¨® acometiendo bien. Aunque Silveti tore¨® con valor y verticalidad, su faena no tuvo armon¨ªa alguna.
A El Conde le tocaron los mejores toros de la tarde, el cuarto y el enrazado noveno -tercer sobrero, de Huich¨¢pan -, pero no le sac¨® el mejor partido. A los dos los recibi¨® a porta gayola y les hizo su consabido n¨²mero atl¨¦tico de brincar al callej¨®n, pisando el borde de las tablas tras colocar con agilidad y vistosidad los rehiletes. En su bello toreo al natural hubo temple, pero su desempe?o fue deshilvanado.
Con el inc¨®modo sexto, Fernando Ochoa mostr¨® elegancia con el percal y habilidad con la franela. Con el bobo manso que hizo 10? -cuarto sobrero, de De Santiago- el matador michoacano se adorn¨® en las ver¨®nicas y en las tapat¨ªas con las que lo llev¨® al caballo. Como el morlaco se qued¨® parado, con mucho aguante y paciencia logr¨® magn¨ªficos y dram¨¢ticos unipases, pero alarg¨® en demas¨ªa su quehacer.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.