Gore dice en Pek¨ªn que las disputas pol¨ªticas no deben alterar las relaciones econ¨®micas entre EE UU y China

Al calor de una multimillonaria inversi¨®n de General Motors y de la venta de cinco aviones Boeing 777 a Air China el vicepresidente Al Gore, presente en la firma de los acuerdos, asegur¨® ayer al primer ministro Li Peng que el oleaje de acusaciones sobre la presunta financiaci¨®n china en las elecciones de EE UU no alterar¨¢ las relaciones entre los dos pa¨ªses. La declaraci¨®n de Al Gore se comprende mejor a la luz de la dimensi¨®n econ¨®mica de las dos operaciones mencionadas, cercana a los 2.000 millones de d¨®lares (290.000 millones de pesetas).Li Peng, seg¨²n transmitieron fuentes norteamericanas a los periodistas que acompa?an a Gore, neg¨® en¨¦rgicamente ante al vicepresidente que el Gobierno chino haya hecho llegar fondos al Comit¨¦ Nacional Dem¨®crata o la campa?a de algunos congresistas. Gore dijo que el asunto es investigando por el FBI pero que, en todo caso, no va a a afectar a los compromisos de EE UU con China. "Ha sido una reuni¨®n muy productiva", se?al¨® Gore, quien a?adi¨® que los dos pa¨ªses quieren avanzar, aunque haya temas en los que "se est¨¢ de acuerdo en los que hay discrepancia", seg¨²n la expresi¨®n que hizo fortuna en la reciente cumbre de Helsinki.

Las discrepancias de Washington con Pek¨ªn tienen que ver con la preocupaci¨®n por la venta de material b¨¦lico y nuclear a otros pa¨ªses y con la situaci¨®n de los derechos humanos en China. Las discrepancias de China parten de su convencimiento de que EE UU maneja a su antojo la pol¨ªtica internacional.