V¨ªa Crucis

Es una siniestra paradoja que ayer coincidieran en Italia el 40 aniversario de la Europa comunitaria y la decisi¨®n gubernamental de que la Armada italiana bloquee las bocanas de los puertos albaneses para evitar que los desesperados, que han cre¨ªdo en la RAI, en Tele 5 y en la vecina Mafia, que les ofrec¨ªa enriquecimientos piramidales, corran a refugiarse bajo las faldas qui¨¦n sabe si de Raffaella Carr¨¢ o del Papa.Por una vez ser¨ªa hermoso ver que, en esta siniestra Semana Santa que celebramos desenterrando mujeres destripadas en B¨¦lgica, poniendo barreras a los albaneses o asistiendo al inagotable cinismo de Netanyahu -que tiene una idea de la negociaci¨®n bastante parecida a la de los etarras y sus afines-, en la Tierra Santa propiamente dicha, ser¨ªa bueno contemplar, dec¨ªa, al Papa abriendo las puertas del Estado Vaticano a quienes le necesitan de verdad, en vez de pegarse el parip¨¦ de desafiar al lumbago remoj¨¢ndoles someramente los pies a los 12 pobres de reglamento que le ponen en fila los mayordomos.

Si yo supiera cantar saetas, y adem¨¢s tuviera ganas, se las cantar¨ªa a Ortega Lara, a Delclaux y hasta a los 72 infelices que entraron ya ni se sabe cu¨¢ndo en la Embajada japonesa en Lima, para quedarse en la fotofija del caos rutinario de nuestra memoria vestidos para siempre de soir¨¦e, tan v¨ªctimas ya de los Gobiernos in¨²tiles como de los revolucionarios foquistas.

Y si yo fuera un cristo, y miren que es ponerme fantasiosa, al primero que me cantara una saeta le plantar¨ªa una contundente oblea que le dejar¨ªa para siempre sin estribillo. Como no tengo poderes, encauzar¨¦ mi mala leche de procesi¨®n interior hacia el disgusto que me produce la, al parecer, inminente marcha de Ronaldo. Voy a rezarle un rosario, y am¨¦n.