El fiscal pide 21 a?os de c¨¢rcel por homicidio para El Mallorqu¨ªn

Fiscal. La acusaci¨®n p¨²blica solicita un total de 21 a?os de c¨¢rcel para Jos¨¦ Crist¨®bal Castej¨®n Mart¨ªnez, El Mallorqu¨ªn, de 23 a?os, ¨²nico encarcelado por la muerte de Ricardo Rodr¨ªguez, de 20 a?os, ocurrida el 21 de mayo de 1995 en la zona de copas conocida como Costa Polvoranca. El fiscal le considera autor material de la pu?alada que mat¨® a Rodr¨ªguez. Junto a El Mallorqu¨ªn, hay otras seis personas imputadas por delitos de encubrimiento y partiipaci¨®n en ri?a tumultuaria. El fiscal pide para ellas penas que oscilan entre seis meses y cuatro a?os de c¨¢rcel.El ministerio fiscal tambi¨¦n pide una indemnizaci¨®n de 25 millones para la familia del joven asesinado, y de 100.000 pesetas para Ra¨²l Tomillo, amigo de la v¨ªctima, que result¨® herido en la pierna con la misma navaja que seg¨® la vida de Ricardo.

Tambi¨¦n est¨¢n acusados de provocar lesiones en la fatal reyerta F¨¦lix Francisco Chaves y David Garc¨ªa -este ¨²ltimo, el portero del pub Donqui, frente al que se produjeron los hechos-, Alberto Villar Benito, alias El Chema, y Antonio Cuenca Sastre, To?o. El fiscal les pide cuatro a?os y ocho meses de prisi¨®n menor. Tambi¨¦n figuran como inculpados los entonces menores de edad Antonio Bronchalo Mart¨ªn (quien cumpli¨® los 18 a?os siete horas despu¨¦s de suceder los hechos) y Andr¨¦s Mej¨ªas Mateo. Para ¨¦stos las penas se reducen a seis meses de c¨¢rcel. Al primero se le imputan lesiones, y al segundo, encubrimiento.

Seg¨²n el fiscal, la pelea que termin¨® con la vida de Ricardo se inici¨® entre las 2.30 y las 3.00 horas del 21 de mayo de 1995. La mortal refriega se inici¨® a las puertas del bar Donqui de Costa Polvoranca (zona de copas donde entonces se congregaban miles de j¨®venes los fines de semana) con una discusi¨®n entre Ricardo y varios amigos, por un lado, y un grupo de personas encabezadas por El Mallorqu¨ªn, por otro. Se intercambiaron insultos y la pelea fue a m¨¢s. Detr¨¢s de Ricardo Rodr¨ªguez, seg¨²n la calificaci¨®n del fiscal, salieron varios acusados. El fallecido us¨® un pulverizador como defensa personal. En un momento determinado, El Mallorqu¨ªn agarr¨® a Ricardo con una mano por la espalda y el cuello y le asest¨® una cuchillada con la otra, "que afect¨® a la piel, estern¨®n y coraz¨®n (...), produci¨¦ndole una parada cardiorrespiratoria y la muerte".

El resto de los acusados continu¨® golpeando y pateando a Rodr¨ªguez cuando se encontraba agonizando en el suelo. Utilizaron palos, porras, cadenas y hasta una pistola simulada, que portaba El Cherna. El Mallorqu¨ªn, adem¨¢s, apu?al¨® a Ra¨²l Tomillo en el muslo derecho tras haber dejado a Ricardo agonizante en el suelo, seg¨²n el fiscal. Tambi¨¦n resultaron heridos en la trifulca Antonio Hiciano y David Herrero Garc¨ªa, del grupo de Ricardo, que recibieron golpes en la boca: les partieron un diente a cada uno. Por la tarde, en un parque situado en la calle del Corregidor Diego de Valderr¨¢banos, del madrile?o distrito de Moratalaz, El Mallorqu¨ªn se deshizo de la navaja utilizada en el homicidio de Ricardo. En esa tarea le ayud¨®, seg¨²n el fiscal, Andr¨¦s Mej¨ªas Mateo. Levant¨® la tapa de una alcantarilla y la arroj¨® dentro. [El crimen de Costa Polvoranca fue el primero de una serie de homicidios de tinte ideol¨®gica cometidos por bandas juveniles, y que llev¨® a la polic¨ªa a crear un grupo especial para combatir a esta suerte de tribus].

Acusaci¨®n particular. Los dos abogados que ejercen la acusaci¨®n particular y popular -uno en nombre de la familia de Ricardo y otro en representaci¨®n de la Asociaci¨®n J¨®venes contra la Intolerancia- solicitan igual pena para El Mallorqu¨ªn: 56 a?os de c¨¢rcel. Le imputan un delito de asesinato y cuatro de lesiones. Seg¨²n estos letrados, en la muerte de Ricardo tambi¨¦n intervinieron F¨¦lix Chaves y Antonio Bronchalo. Para el primero, reclaman 47 a?os y seis meses, y para el segundo, 31 a?os y ocho meses, pena.inferior por su minor¨ªa de edad. Para el resto de los imputados, la petici¨®n de condenas se reduce a cuatro a?os.

Defensa. El abogado de El Mallorqu¨ªn, Javier Saavedra, mantiene que la navaja encontrada por la polic¨ªa no fue el arma que caus¨® la muerte a Ricardo. "La del caso tiene una hoja de dos cent¨ªmetros y la herida del fallecido es de uno", dice. Adem¨¢s, sostiene, los testigos reconocen en sus testimonios que no vieron a su defendido, El Mallorqu¨ªn, apu?alar a Ricardo".

Loreto Fern¨¢ndez, defensora de David Garc¨ªa -el portero del bar Donqui, frente al cual se produjo la reyerta, y que ha sido acusado durante la instrucci¨®n por diversos testigos de ser el autor material de la muerte de Ricardo-, solicita la absoluci¨®n de su cliente. La abogada pretende demostrar que su defendido s¨®lo intervino en la pelea para separar, y que era el ¨²nico que ten¨ªa motivos para estar en Costa Polvoranca: trabajaba en el lugar.