Cultura en palacio
Dado que mi hijo mayor ten¨ªa que presentar un trabajo sobre Madrid, decidimos llevar a mis dos hijos (de cinco y nueve a?os) a pasar una cultural ma?ana en el palacio Real de Madrid. Para ellos, su mayor ilusi¨®n era ver la Real Armer¨ªa, con todas sus espadas, armaduras, etc¨¦tera.Nuestra primera sorpresa fue nada m¨¢s llegar y ver los desorbitantes precios: 950 pesetas por adulto con gu¨ªa, 850 sin gu¨ªa y 350 pesetas por ni?o (siempre que se hubiera elegido la opci¨®n "sin gu¨ªa", ya que si no los ni?os pagaban igualmente las 950 pesetas de adulto). ?Ingenua de m¨ª!, yo pensaba que mis impuestos ya serv¨ªan, entre otras cosas, para el mantenimiento de estos "templos de cultura popular".
En fin, te consuelas con aquello de: "un d¨ªa es un d¨ªa... " y, afortunadamente, no tenemos cuatro o cinco hijos.Traspasamos la taquilla y aqu¨ª lleg¨® nuestra segunda sorpresa: "Real Armer¨ªa, cerrada por reforma", lo cual, parad¨®jicamente, no supon¨ªa una reducci¨®n en el precio global.?lmag¨ªriense la desilusi¨®n de mis hijos! Aplicando esta vez lo de "al mal tiempo buena cara", comenzamos nuestra visita (cort¨ªsima, por cierto; ahora permiten ver una sola ala del total del edificio).
En cada sala hab¨ªa un vigilante / bedel, casi todos chicos y chicas j¨®venes, todos muy correctos y educados, que daban los buenos d¨ªas en un susurro, dado el imponente silencio de tan egregio recinto.
Nuestra ¨²ltima y m¨¢s desagradable sorpresa la recibimos al llegar a la estancia tapizada en seda verde: uno de estos chicos vociferaba a su compa?era de la sala anterior (con la consiguiente resonancia de sonido, dada la gran altura de los techos) la tormentosa noche de copas que hab¨ªa tenido el d¨ªa anterior y el lamentable estado en el que termin¨®.
Empleaba para ello un lenguaje de lo m¨¢s soez y barriobajero y una variedad de tacos nada desde?able.
Mi indignaci¨®n fue creciendo mientras mis hijos escuchaban semejantes barbaridades y yo recordaba el elevado precio que hab¨ªa pagado por una visita cultural.
No denunci¨¦ tan lamentable hecho a los responsables al salir, para no estropear m¨¢s un d¨ªa que nos hab¨ªamos prometido tan agradable e instructivo, y simplemente opt¨¦ por pedir al citado individuo que moderara su lenguaje y sus gritos delante de mis hijos y del matrimonio extranjero que ven¨ªa detr¨¢s.-
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