Las penurias del 'Matador'
Mario Kempes, campe¨®n del mundo y ex jugador del Valencia, vive desocupado y sin dinero
Los brazos extendidos al cielo y una carrera elegante y poderosa era la manera distintiva de Mario Kempes para celebrar sus goles. La mayor¨ªa de ellos nacieron de una zurda magn¨ªfica, que le abri¨® la puerta al Valencia de sus ¨²ltimos t¨ªtulos: una Copa del Rey, una Recopa de Europa y una Supercopa de Europa; pero tambi¨¦n facilit¨® que la selecci¨®n argentina se proclamara campeona del mundo en 1978. Nada le ha servido para labrarse un retiro desahogado. Kempes, a sus 42 a?os, ha tenido que regresar a la casa paterna, en la provincia argentina de C¨®rdoba, desocupado y sin dinero, seg¨²n explica el jugador en una entrevista en el semanario deportivo El Gr¨¢fico. "Para seguir viviendo tengo que conseguir trabajo", dijo Kempes, que abandon¨® recientemente el cargo de entrenador de un equipo alban¨¦s a consecuencia de las revueltas sociales en aquel pa¨ªs balc¨¢nico.No es ¨¦ste el primer destino ex¨®tico del que fuera apodado por su contundencia finalizadora como El Matador. Antes estuvo como jugador en Austria, en Chile e incluso en Indonesia, donde fue entrenador-jugador. Pero toda esta ampl¨ªsima experiencia futbol¨ªtisca no le ha permitivo evitar su desocupaci¨®n actual. Ni las penurias econ¨®micas. "No tengo ni una camilla rodante para tirarme a dormir la siesta", ha dicho. Situaci¨®n que se debe seg¨²n Mario, el padre del futbolista, en que casi todo lo que hab¨ªa logrado su hijo jugando en Instituto de C¨®rdoba, Rosario Central, Valencia, Viena, Saint Poulten y Cremes de Austria, "qued¨® en poder de su ex esposa". El Matador se separ¨® en 1995 de la valenciana Mar¨ªa Vicenta Moll, con la que tuvo tres hijos, despu¨¦s de 17 a?os y unas relaciones tumultuosas. Pero ¨¦sa no es la ¨²nica causa de las penurias de Kempes. El resto de su fortuna estaba invertida en Argentina, bajo la administraci¨®n de su padre, en un banco que quebr¨® en 1990, con la consiguiente p¨¦rdida de los ahorros del futbolista. Sus negocios privados: una escuela de f¨²tbol en un pueblo cercano a Valencia, y una tienda de ropa deportiva, tampoco tuvieron ¨¦xito.
El que fuera uno de los mejores delanteros del mundo a finales de los setenta no ha podido desarrollar hasta el momento una s¨®lida carrera como entrenador. Lo m¨¢s cerca que estuvo de ello fue en su etapa de segundo entrenador del Valencia, como ayudante de H¨¦ctor N¨²?ez, en los primeros meses de 1994. Por aquellos tiempos, el Valencia viv¨ªa una profunda crisis que desemboc¨® en la llegada de Roig a la presidencia, la destituci¨®n de N¨²?ez y la marginaci¨®n de Kempes, que abandon¨® la entidad herido por el menosprecio.
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