Caballo rico, hip¨®dromo pobre

Los lectores de El PA?S han tenido ocasi¨®n durante los pasados d¨ªas de enterarse de la frustrada aventura en la copa del Mundo en Dubai de Helissio, el caballo propiedad de Enrique Sarasola que gan¨® en 1996 el premio Arco de Triunfo en Longchamp. Quiz¨¢ hayan lamentado que el excelente hijo de Fairy King no pudiera tomar la salida en esa carrera que tiene m¨¢s de ex¨®tica que de c¨¦lebre, neg¨¢ndonos as¨ª la oportunidad de oir el himno nacional espa?ol interpretado por las chirim¨ªas de los jeques del petr¨®leo.De todas formas, seguro que Helissio ganar¨¢ carreras. importantes este a?o y ojal¨¢ que remate la faena conquistando de nuevo en octubre el Arco de Triunfo para gozo de quienes le vean galopar y provecho de su propietario. Aunque todo ello, ay, poco o nada tenga que ver con el deporte h¨ªpico en nuestro pa¨ªs.

Yo no s¨¦ qu¨¦ himno habr¨¢ que tocar cuando gane Helissio: supongo que al caballo debe darle igual y a mi, que en esos temas soy algo cuadr¨²pedo tambi¨¦n. Por suerte para ellos, los nobles brutos son poco nacionalistas, a diferencia de los brutos a secas, que lo son mucho. Pero si a toda costa hay que buscarle nacionalidad a un caballo, seguro que es un poco exagerado, atribuirle sin m¨¢s la del propietario que paga su pienso. Helissio es un corcel nacido y criado en Francia, que ha corrido siempre en Francia (salvo una actuaci¨®n en Jap¨®n), entrenado por el competente y muy franc¨¦s Elie Lellouche, montado invariablemente por jinetes franceses. Si hay que tocarle un himno, que sea por lo menos el Toreador de la ¨®pera de Bizet...

?Minucias?. No del todo. Porque resulta que en nuestro pa¨ªs s¨ª hay (?o debo decir hab¨ªa?) carreras de caballos o hab¨ªa cr¨ªa caballar (capaz de producir una yegua, Teresa, que corri¨® el Arco de Triunfo y no gan¨®, pero bati¨® al vencedor del Derby de Epsom), y hay cientos de familias -jinetes, preparadores, mozos, propietarios, criadores, etc¨¦tera- que hasta ahora han vivido de este deporte en Espa?a, pero que hoy ven su futuro laboral en el alero.

Tambi¨¦n hay o hab¨ªa un hip¨®dromo en Madrid, actualmente propiedad de Enrique Sarasola, donde el a?o pasado no hubo temporada cl¨¢sica y que este a?o a¨²n no ha comenzado su actividad, si es que comienza. Por haber, hasta hay o al menos hubo aficionados, poquitos quiz¨¢ pero obstinados a los que nos gustar¨ªa que la prensa se ocupara del paulatino aniquilamiento de nuestro turf, por lo menos tanto como de las aventuras ar¨¢bigas de Helissio. Y luego, eso s¨ª, que suene la marcha triunfal.