Yugoslavia se encuentra la victoria
Milosevic, en el ¨²ltimo minuto, deshizo el empate frente a la Rep¨²blica Checa
En el ¨²ltimo aliento, cuando la Rep¨²blica Checa no le quedaba ni una gota de ox¨ªgeno, Yugoslavia encontr¨® la victoria. No hab¨ªa acumulado demasiados m¨¦ritos, sometida a las acometidas de unos futbolistas, los checos, que se dejaron la vida en el envite, pero se llevaron el triunfo. El resultado, el que no quer¨ªa la selecci¨®n espa?ola, multiplica la trascendencia de una fecha marcada en rojo desde hace tiempo en el calendario de Clemente: el 30 de abril. Ese d¨ªa, en Belgrado, Yugoslavia y Espa?a se jugar¨¢n la primera plaza del grupo. Las necesidades de la Rep¨²blica Checa, forzada como estaba a conquistar la victoria, la hicieron salir acelerada, a un ritmo exagerado, sin espacio para la pausa y la reflexi¨®n. Yugoslavia entr¨® al trapo. La cuesti¨®n degener¨® en un encuentro incontrolado y brusco. El paisaje resultaba desolador Pira el f¨²tbol: los jugadores estaban m¨¢s en el suelo que de pie y la pelota m¨¢s tiempo parada que en circulaci¨®n.El bando, local se sinti¨® beneficiado por el rumbo del partido. Ten¨ªa m¨¢s el bal¨®n, pisaba m¨¢s el terreno enemigo y era capaz de construir m¨¢s ocasiones de gol. Pero no le sirvi¨® de mucho. Porque sus delanteros enviaron todos los remates francos a las manos de Kralj. Y porque a Yugoslavia, en cambio, le bast¨® una simple falta para marcar.
La Rep¨²blica Checa sali¨® disparada en la segunda parte, a vaciarse por la causa. A Yugoslavia le conven¨ªa bajar la temperatura del juego dormir el bal¨®n. Aguant¨® c¨®mo pudo.
Los yugoslavos lo pasaron mal. Arrinconados en su ¨¢rea y sometidos a m¨¢s ataques de los aconseiables. Los checos iban perdiendo aire y Mijatovic y compa?¨ªa empezaban montar contragolpes venenosos. Alcanzada la media hora de la segunda mitad, cuando los checos parec¨ªan agitar a punto de bajar los brazos, Bejbl enganch¨® un rechace en la frontal y peg¨® a la pelota con toda el alma. Pero a los checos ya no les quedaba fuerza para m¨¢s. Y Yugoslavia, cuando parec¨ªa que daba por bueno el resultado, en el ¨²ltimo suspiro, se encontr¨® la victoria. El resultado que no quer¨ªa Espa?a, Belgrado tiene la ¨²ltima palabra.
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