Nueva pelea de los Quince sobre el Pacto de Estabilidad del euro

EI diablo asoma el rabo en los detalles. La cumbre de la Uni¨®n Europea (UE) aprob¨® en el mes de diciembre las l¨ªneas maestras del Pacto de Estabilidad, que mantendr¨¢ la r¨ªgida pol¨ªtica de co?vergencia una vez lanzada la uni¨®n monetaria en 1999. Pero a la hora de plasmar el acuerdo en reglamentos, resurgen las peleas. La principal estriba si las sanciones a quienes exhiban d¨¦ficit excesivo ser¨¢n o no acumulables. El Ecofin (Consejo de Econom¨ªa y Finanzas) debe zanjar esa pol¨¦mica.

El Pacto de Estabilidad acordado con f¨®rceps en Dubl¨ªn prev¨¦ sancionar a los ultradeficitarios (que superen el techo del 3% pactado en Maastricht) con unos dep¨®sitos, transformables a los dos a?os en multas, si no han corregido el desbalance. Las sanciones tendr¨ªan dos componentes: uno fijo, del 0,2% del producto interior bruto (PIB); otro, variable, de una d¨¦cima por cada punto de desbordamiento del d¨¦ficit por encima del techo del 3%. Sobre eso, el acuerdo permanece inalterable. Pero-las divergencias han surgido en tres importantes flecos: Acumulaci¨®n de sanciones

La discrepancia m¨¢s capital radica en la posible acumulaci¨®n de multas en a?os sucesivos. El acuerdo alcanzado en Dubl¨ªn fij¨® un techo m¨¢ximo de sanciones del 0,5% del PIB para los incumplidores (cerca de 400.000 millones de pesetas en el hipot¨¦tico caso de que Espa?a lo fuera). La interpretaci¨®n m¨¢s extendida era que ese techo reg¨ªa para el ejercicio en que se constataba un exceso de d¨¦ficit y tambi¨¦n para los siguientes. Pero ahora la mayor¨ªa propone que "cada a?o subsiguiente" al primera de d¨¦ficit excesivo, si el Estado afectado no lo ha corregido, sufrir¨¢, un agravamiento de las sanciones: el Ecofin podr¨ªa incluso exigir "un nuevo dep¨®sito de cuant¨ªa discrecional".

Espa?a y Grecia se oponen a ese endurecimiento. E Italia y Grecia sugieren adem¨¢s ablandar el castigo, mediante la reducci¨®n del dep¨®sito a medida que el Estado afectado vaya corrigiendo su exceso de d¨¦ficit, y no s¨®lo al final de la correcci¨®n. Austria, Espa?a, Grecia, Italia y Suecia postulan dejar bien claro que el importe otal "de los dep¨®sitos vigentes", es decir, tanto al correspondiente a un ejercicio como a los siguientes, nunca superar¨¢ en conjunto el techo del 0,5% del PIB. Pretenden as¨ª evitar la acumulaci¨®n de castigos.

Por contra, Alemania y Holanda -apoyados por Francia, B¨¦lgica, Finlandia, Irlanda y Luxemburgo- postulan que las sanciones puedan acumularse de a?o a a?o. O sea, que el tope del 0,5% s¨®lo rija para un ejercicio, pero pueda desbordarse en los sucesivos, si prosigue el d¨¦ficit excesivo. Son, pues, partidarios de acumular sanciones.

Nivel de discrecionalidad. La mayor¨ªa del Comit¨¦ Monetario consensu¨® el pasado, 20 de marzo que el Ecofin. debe disponer de un cierto grado de discrecionalidad pol¨ªtica a la hora de decidir si impone sanciones a los pa¨ªses ultradeficitarios: las fijar¨¢ "como norma general", aunque guardar¨¢ la capacidad de no hacerlo, si lo cree conveniente. Pero Alemania pretende, esta vez en solitario, recuperar su vieja pretensi¨®n de que el castigo sea autom¨¢tico para lo que mantiene una reserva: a la expresi¨®n "como norma general". Se espera que el ministro de Hacienda alem¨¢n el halc¨®n Theo Waigel de hoy esta batalla, quiz¨¢ para ceder en, ¨²ltimo t¨¦rmino, a cambio de asegurarse la acumulaci¨®n de las sanciones. Destino de las multas. Los Quince est¨¢n tambi¨¦n divididos sobre el destino definitivo del importe de las sanciones: los intereses de los dep¨®sitos y las cuant¨ªas de las multas. Para todos, estas cantidades se deber¨¢n abonar a, la Comisi¨®n Europea. Pero, mientras unos defienden que ¨¦sta los ingrese directamente en el presupuesto comunitario -y por tanto beneficien al conjunto de los Quince-, otros sostienen qu¨¦ deben repartirse s¨®lo entre los Estados miembros incorporados a la moneda ¨²nica o pa¨ªses in, "de forma proporcional a la parte al¨ªcuota" que les corresponda.