Duelo a 300 por hora

?lex Crivill¨¦ contra Michael Doohan. El aspirante frente al rey. Espa?ol contra australiano. Se acerca el gran combate. Faltan s¨®lo d¨ªas para el enfrentamiento m¨¢s esperado. A partir del domingo se pone en juego el n¨²mero uno. Llega una batalla entre compa?eros que a la vez son enemigos y que ofrece 15 cap¨ªtulos, tantos como carreras hay esta temporada en el calendario del Mundial de motos. Se anuncian grandes premios trepidantes, y no s¨®lo por los 300 kil¨®metros por hora que alcanzan las m¨¢quinas de 500cc.El duelo del a?o eclipsa casi todo lo dem¨¢s. Ante los alicientes previstos en esa pelea, ?qui¨¦n va acordarse de otras cilindradas, de otros pilotos, de otros objetivos? Hac¨ªa tiempo que la lucha por la hegemon¨ªa absoluta del Mundial no se presentaba tan intensa. Lo que Crivill¨¦ y Doohan mostraron en 1996 aparece ahora multiplicado.

El a?o pasado la categor¨ªa reina fue escenario permanente de carreras equilibradas entre los dos pilotos del equipo Repsol-Honda y s¨®lo dos ca¨ªdas del espa?ol al principio del Mundial impidieron que la emoci¨®n se extendiera a la lucha por el t¨ªtulo. Doohan gan¨® ocho carreras y fue campe¨®n, pero Crivill¨¦, con dos triunfos y seis segundas posiciones, se confirm¨® como su mayor amenaza. Para 1997, anuncian m¨¢s de lo mismo.

Esta temporada, Crivill¨¦ ya no es la sorpresa. Para el mundo entero cuenta como candidato principal -y casi ¨²nico- para desbancar al temible cocodrilo Doohan. Su objetivo es claro: "Quiero mejorar lo de l996", asegura el subcampe¨®n mundial. "Y ahora mi moto lleva el n¨²mero dos". A buen entendedor... Crivill¨¦ no quiere otra cosa que no sea el uno que reconoce al campe¨®n del mundo.

El piloto catal¨¢n, de 27 a?os, se ha preparado como nunca para afrontar su compromiso con la historia. Desde que se cre¨® el campeonato del mundo, en 1949, el motociclismo espa?ol acumula 23 t¨ªtulos, pero ninguno de sus representantes ha logrado a¨²n la corona de la categor¨ªa m¨¢xima, los 500cc. Ahora Crivill¨¦ se dispone a intentarlo y cuenta con argumentos de Verdadero peso. Todos lo saben.

Desde que termin¨® el ¨²ltimo Mundial, en octubre, con el cl¨ªmax de aquella espectacular ca¨ªda de los dos rivales en la ¨²ltima vuelta del Gran Premio de Australia, el n¨²mero dos del mundo no ha pensado en otra cosa. Arrebatarle el n¨²mero uno a Doohan es su gran obsesi¨®n.

Mentalmente, Crivill¨¦ est¨¢ dispuesto. F¨ªsicamente, se encuentra como un toro tras horas de pesas en el gimnasio, de sesiones de bicicleta y de correr por las colinas cercanas a su casa de Seva, de dos stages de oxigenaci¨®n en el Pirineo, de subir cada d¨ªa en su moto de monta?a o en la de trial para mantener el contacto con una m¨¢quina.

La pretemporada de Doohan tambi¨¦n ha sido exhaustiva. Tres t¨ªtulos mundiales y 27 victorias en grandes premios parecen no saciar al veterano piloto de Brisbane. "Ya he cumplido de sobras todos los objetivos que me hab¨ªa propuesto", reconoce, "y ahora me apetece divertirme en las carreras". El duelo con Crivill¨¦, te¨®ricamente su delf¨ªn, le ha dado nuevos alicientes.

Desde hace meses, cada vez que los dos rivales y compa?eros se encuentran sobre el asfalto de un circuito, la tensi¨®n es digna del mejor cine negro. Ninguno quiere ceder ni un metro, ninguno acepta ser superado por el otro, aunque sea en el menos trascendental de los entrenamientos de pretemporada.

Si Doohan da una vuelta r¨¢pida, Crivill¨¦ ataca para rebajar ese registro. Si el catal¨¢n lo consigue, ah¨ª va otra vez el australiano para recuperar la primac¨ªa. Y as¨ª hasta que alg¨²n responsable del equipo evita males mayores y les obliga a parar, como sucedi¨® no hace mucho en un test en la Rep¨²blica Checa. Doohan y Crivill¨¦ han llegado a un punto en que han colocado su lucha sobre todo en terreno mental.

" ?Enemigos? Cualquiera puede serlo", dice el australiano, de 31 a?os, cuando se le pregunta por sus rivales m¨¢s temidos. "El ano pasado fue ?lex, pero ahora puede ser otro piloto", a?ade, aunque da la sensaci¨®n de que ni ¨¦l mismo se lo cree. En el taller de Repsol-Honda hay respeto, tensi¨®n, ambici¨®n, pero nadie teme al otro.

"?Qu¨¦ tal ?lex? ?C¨®mo est¨¢ el Jefe?", le preguntaron a Crivill¨¦, refiri¨¦ndose a Doohan, a su regreso de unos ensayos de pretemporada en Malaisia. Y su respuesta lo dijo todo: "?El jefe?, ?qui¨¦n es el jefe?". Crivill¨¦ y Doohan, Doohan y Crivill¨¦. El duelo est¨¢ servido. Primera cita: Malaisia, en la madrugada del s¨¢bado al domingo (hora espa?ola).