El Rayo cede paso al Espanyol

El Espanyol cedi¨® su silla al Rayo. Le gan¨® en Vallecas, con justicia, y le pas¨® su plaza de descenso directo. Los argumentos clasificatorios fueron en realidad los ¨²nicos que tuvo el partido, uno de esos choques de la zona de abajo a los que los protagonistas suelen llegar con las piernas agarrotadas y la cabeza bloqueada. Sucedi¨® m¨¢s bien poco en el encuentro, aburrido a m¨¢s no poder, y lo ¨²nico que ocurri¨® parti¨® de las botas del Espanyol. Bueno, y de sus brazos. La agresi¨®n de Arteaga a Mart¨ªn Gonz¨¢lez, su expulsi¨®n y la ventaja num¨¦rica que adquiri¨® el bando local entonces (m. 75), fue el ¨²nico detalle al que consigui¨® agarrarse el Rayo para so?ar con otro resultado que no fuera la derrota.El Espanyol irrumpi¨® en Vallecas decidido a llevarse los puntos. Ahog¨® al Rayo con una presi¨®n muy sincronizada y lo agujere¨® sucesivas veces con balones cruzados que cazaron siempre al contrapi¨¦ a su zaga y que recibi¨® en todos los casos con malas salidas su guardameta Contreras. En vista de que tanto a Lard¨ªn como a Tamudo les falt¨® pegada, en vista de que resolvieron todos sus tiros con balas de juguete, el Espanyol se decidi¨® a descorchar el partido a bal¨®n parado. Sac¨® una falta Crist¨®bal y Pochettino, poderoso en el salto, cabece¨® a la red.

No necesit¨® mucho m¨¢s el Espanyol. Domin¨® el centro del campo, favorecido sin duda por la ausencia de Ezequiel Castillo en el bando local, y cuando se coloc¨® el marcador de cara se limit¨® a especular con ¨¦l. El Rayo no encontr¨® nunca la forma de responder. S¨®lo cuando Flores retir¨® del c¨¦sped a Brnovic y dise?¨® un centro del campo con Cobos y Pochettino en la zona de creaci¨®n, el Espanyol perdi¨® la batuta. Y temi¨® por el resultado minutos despu¨¦s, cuando lleg¨® la expulsi¨®n de Arteaga. Pero como el Rayo sigui¨® sin dar una a derechas, pese a los continuos movimientos de piezas que M¨¢ximo H¨¦rnandez dibuj¨® en la segunda parte, cambiando a sus jugadores de un lado a otro del campo sin dar con la f¨®rmula buena, a los blanquiazules no les pas¨® nada.

El choque estuvo siempre m¨¢s cerca del 0-2 que del 1-1. De hecho, un par de acciones visitantes, las mejores del partido, las ¨²nicas que compensaron estas dos horas de f¨²tbol, merecieron el premio del gol. Un tiro de Pochettino desde el medio campo que Contreras despej¨® con apuros y, sobre todo, un zapatazo de Lard¨ªn en el saque de un libre directo que se estrell¨® en el larguero: la falta recomendaba un centro al ¨¢rea, y eso es lo que se esperaban todos los jugadores, pero Lard¨ªn se jug¨® la sorpresa y aport¨® el ¨²nico toque de luz a un partido que vivi¨® y muri¨® en tinieblas.