Blair apoya la candidatura anticorrupci¨®n de un famoso corresponsal de la BBC
Los conservadores brit¨¢nicos se enfrentan desde ayer a un nuevo enemigo pol¨ªtico: el ex corresponsal de guerra de la BBC Martin Bell, que acaba de presentarse como candidato anticorrupci¨®n en una circunscripci¨®n de mayor¨ªa tory. Bell, de 58 a?os y uno de los rostros m¨¢s populares de la televisi¨®n en el pa¨ªs, ha aceptado el reto de laboristas y liberal dem¨®cratas, que han dado su apoyo a este candidato independiente en Tatton (Cheshire) para oponerse al ex viceministro conservador Neil Hamilton, implicado en un esc¨¢ndalo.
Bell, galardonado por su cobertura de varias guerras, y herido en la de Bosnia en 1992, ha saltado a la arena pol¨ªtica en defensa "del inter¨¦s p¨²blico", seg¨²n confes¨® ayer. Su intenci¨®n es llegar a la cita del 1 de mayo y acudir al Parlamento si es elegido. No obstante, est¨¢ dispuesto a abandonar su candidatura si Hamilton dimite. Seg¨²n Bell, los ciudadanos brit¨¢nicos se sienten inc¨®modos ante el espect¨¢culo de la corrupci¨®n en la vida pol¨ªtica y social, y la ¨²nica forma de luchar por una sociedad m¨¢s limpia es implicarse en ella.Laboristas y liberal dem¨®cratas acogieron ayer con entusiasmo su candidatura, al que ambos partidos han prometido su apoyo. Para unos y otros es el hombre ideal para obligar a Hamilton a retirarse de la campana electoral. Sin embargo, Hamilton no parec¨ªa demasiado intimidado. "Pienso mantener mi candidatura", dijo ayer, a¨²n a la espera de que los conservadores de Tatton decidan hoy si otorgarle o no su confianza.
El esc¨¢ndalo de corrupci¨®n parlamentaria que ha salpicado a Hamilton y a una docena de sus compa?eros de partido -pendiente del veredicto de una investigaci¨®n parlamentaria- fue revelado por The Guardian en septiembre de 1994. Las denuncias partieron del due?o de los almacenes Harrods, Mohamed Al-Fayed, quien acusa a varios conservadores de haber recibido dinero suyo a cambio de hacer preguntas en el Parlamento encargadas por ¨¦l mismo.
El partido conservador denunci¨® ayer la candidatura de Bell como una "c¨ªnica manipulaci¨®n" de los laboristas, que han encontrado apoyo en la prensa de izquierdas. Lo cierto, sin embargo, es que Martin Bell es conocido por su actitud inconformista y su afici¨®n a intervenir en temas pol¨¦micos. A prop¨®sito, de su trabajo como corresponsal de guerra, y a ra¨ªz de su experiencia traum¨¢tica en Bosnia, Bell denunci¨® el "cinismo" de la pol¨ªtica exterior brit¨¢nica y la actitud pretendidamente objetiva de la prensa en la cobertura de estos conflictos. "No creo que debamos mantenernos neutrales entre el mal y el bien", dijo, provocando virulentas reacciones entre sus colegas, que le acusaron de hablar como un predicador.
La candidatura de Bell puede tener consecuencias doblemente adversas para los conservadores. Por un lado, puede acarrear la p¨¦rdida de un esca?o. Por otro, supone un golpe publicitario contra los tories y la supuesta complacencia con la que aceptan mantener como candidatos a unos diputados salpicados por esc¨¢ndalos.
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