Los delirios de la pureza
Una secta deja morir en Francia a un ni?o de 19 meses para no tener que recurrir a un m¨¦dico
Raphael med¨ªa 75 cent¨ªmetros y apenas pesaba cuatro kilos y medio, la mitad de lo que hubiese sido normal en un ni?o de 19 meses. Padec¨ªa del coraz¨®n y estaba resfriado, pero sus padres no quer¨ªan que viese a m¨¦dico alguno. "Nuestro objetivo es que nuestros hijos sean responsables. Es Dios quien nos los ha dado y no podemos confiarlos a cualquier desconocido. La vida que llevamos es muy sana, y ¨¦sa es la mejor prevenci¨®n contra las enfermedades". A Raphael Ginhoux, esa vida le ha llevado a la muerte.El drama estall¨® el pasado 3 de abril, cuando Raphael muri¨® en Angous, una peque?a poblaci¨®n del departamento franc¨¦s de los Pirineos-Atl¨¢nticos. ?l y sus dos hermanos crec¨ªan junto a sus padres, Dagmar, de 34 a?os y nacida en Alemania, y Michel, de 36 y abundantes barbas de profeta, en el seno de una comunidad del Orden Apost¨®lico, tambi¨¦n conocida como Tabitha's Place.
Se trata de una secta que organiza su vida a partir de una lectura fundamentalista de la Biblia, tal y como la instituy¨® Elbert Eugen Spriggs desde Vermont, en Estados Unidos. En Francia cuenta con unos cien adeptos y, como m¨ªnimo, otros tantos ni?os. La situaci¨®n de los menores es lo que m¨¢s preocupa ahora a los jueces.
Los ni?os son las primeras v¨ªctimas de la locura ecol¨®gico-espiritualista de muchas sectas. En Francia ha sucedido con las sectas Horus, el Logis de Dieu, con el Temple Solaire, y ahora, con el Orden Apost¨®lico.
En Tabitha's Place est¨¢ prohibida la televisi¨®n, las novelas y las revistas. No hay lugar para la ficci¨®n y las im¨¢genes en un universo de pureza. El alcohol y el tabaco tampoco son admitidos entre estos redescubridores de la Biblia que s¨®lo toleran el sexo dentro del matrimonio y destinado a la reproducci¨®n.
La comunidad se dedicaba a la artesan¨ªa y cultivaba frutas y vegetales biol¨®gicos naturales, crecidos sin ning¨²n tipo de abono artificial y no tratados con insecticida. Si las manzanas pueden resistir todas las plagas, ?por qu¨¦ los ni?os no ser¨ªan capaces de lo mismo? De ah¨ª que ninguno de ellos est¨¦ vacunado.
Raphael no ha tenido tiempo para descubrir que los juguetes est¨¢n prohibidos en el Orden Apost¨®lico porque "son obra de Sat¨¢n", ni tampoco hab¨ªa visto a¨²n c¨®mo sus travesuras eran corregidas a golpes de vara de fresno ba?ada en aceite. Era demasiado peque?o para saber que "la disciplina aproxima a Dios".
Tampoco sab¨ªa que iba a ser distinto de los dem¨¢s ni?os de Angous porque ¨¦l, como sus hermanos, no ir¨ªa a la escuela. En Francia, la instrucci¨®n es obligatoria, pero no la escolarizaci¨®n. Los padres pueden impartir esa instrucci¨®n, m¨¢xime si cuentan con la ayuda de otros miembros del Orden Apost¨®lico.
La justicia, que ha ordenado a la polic¨ªa que investigue los locales de la secta y a una docena de m¨¦dicos que controlen la salud de los 75 ni?os, se siente impotente ante casos como ¨¦ste.
Ha dictado un auto de procesamiento contra Michel Ginhoux y su esposa, Dagmar, por "no prestar atenci¨®n m¨¦dica, lo que ha provocado la muerte de un menor". El resto de los miembros de la comunidad tambi¨¦n pueden verse procesados por "no atender a una persona en peligro".
De momento, Dagmar se ha negado a responder a las preguntas que le ha formulado el juez Thierry Pons porque espera la llegada de un abogado del Orden Apost¨®lico que la aconseje.
Sus compa?eros de delirio han intentado tranquilizarla record¨¢ndole los razonamientos que ellos mismos se repiten cada d¨ªa: "Somos como los fundadores de la primera Iglesia, somos como los cristianos de hace 2.000 a?os y, como a ellos, se nos persigue".
Por su parte, el alcalde de Angous se lamenta: "No puedo hacer nada para expulsarles, pues pagan sus tasas y sus impuestos de radicaci¨®n. Es cierto que primero construyen y s¨®lo luego piden el permiso, pero eso no es importante". "Lo grave es que los ni?os no van a la escuela, que no est¨¢n vacunados, que nadie sabe si reciben malos tratos. No tengo derecho a cruzar la verja del castillo", a?ade.
El jueves, cuando s¨ª pudo hacerlo, fue para acompa?ar a la ambulancia que vino a buscar al peque?o Raphael.
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