"Lo que hay que revisar es la irrupci¨®n desleal de empresas p¨²blicas en el sector audiovisual"
A sus 55 a?os, el empresario bilba¨ªno Alejandro Echevarr¨ªa vende tranquilidad en medio de las tormentas que zarandean al sector de la comunicaci¨®n. Con la doble cl¨¢mide de consejero delegado del Grupo Correo -500.000 ejemplares de media, 4.000 millones en beneficios-, y de presidente de Tele 5 -casi 3.000 millones ganados en el 96-, Echevarr¨ªa trata de mantener la neutralidad de sus medios, llama al pacto en la guerra digital y s¨®lo se muestra en verdad beligerante respecto a la doble financiaci¨®n, estatal y comercial, de las empresas p¨²blicas de televisi¨®n.Pregunta. Tele 5 ha lavado su imagen y ha entrado en rentabilidad. ?Cu¨¢les son sus pr¨®ximos objetivos?
Respuesta. El ¨¦xito de Tele 5 en los ¨²ltimos tiempos ha consistido en cambiar. Nuestro af¨¢n debe ser estar cada d¨ªa m¨¢s cerca de los h¨¢bitos y preferencias de los telespectadores. Asimismo, la apuesta por los informativos es uno de nuestros principales objetivos. Todo esto lo debemos hacer sin perder de vista el principal fin de Tele 5: ser empresa. Espero que 1997 sea un ejercicio espectacular desde el punto de vista econ¨®mico, ya que puede situarnos como una de las empresas audiovisuales m¨¢s rentables de Europa. Pero el gran reto es un proyecto abanderado por nuestro consejero delegado y director general, Maurizio Carlotti: aprovechar la fuerza de nuestro idioma para lanzarnos a Am¨¦rica.
P. El Gobierno no ha revisado los l¨ªmites a la participaci¨®n accionarial en las televisiones, ni ha eliminado el car¨¢cter de servicio p¨²blico de la televisi¨®n. ?Tienen sentido esas normas?
R. Creo que deben revisarse. Por l¨®gica empresarial y financiera, el l¨ªmite del 25% en el accionariado de una televisi¨®n carece de sentido cuando est¨¢ garantizada la pluralidad de opciones y no hay riesgo de monopolio. Otras legislaciones como la francesa y la alemana no son tan restrictivas como la espa?ola e incluso han sido modificadas. Y desde luego, el concepto de servicio p¨²blico que se atribuye legalmente a la televisi¨®n est¨¢ superado por la realidad. Pienso que se puede permitir una m¨ªnima e imprescindible regulaci¨®n sin que su concesi¨®n dependa del poder p¨²blico.
P. ?Se puede hablar de un verdadero mercado audiovisual cuando el sector p¨²blico controla tantas televisiones?
R. Se puede hablar de un mercado condicionado por la irrupci¨®n desleal en ¨¦l de televisiones p¨²blicas con doble financiaci¨®n, presupuestaria y publicitaria. Una deslealtad, a mi juicio, doble; porque, adem¨¢s de beneficiarse de esas dos fuentes de ingresos, se incurre en pr¨¢cticas inaceptables como "tirar" sus propias tarifas o emitir programaciones estrictamente comerciales que desmienten el car¨¢cter p¨²blico y de servicio en el que dicen basar su existencia. Antes o despu¨¦s esta situaci¨®n habr¨¢ de revisarse desde una pol¨ªtica verdaderamente liberalizadora, pol¨ªtica que, en este campo, no se ha producido. Bruselas as¨ª lo va a exigir y el Gobierno tendr¨¢ que ser coherente con su programa electoral.
P. ?Qu¨¦ le parece que la televisi¨®n estatal invierta los recursos que no tiene en montar nuevos canales de pago?
R. No tiene sentido que los recursos generados por la doble financiaci¨®n se inviertan en aventuras empresariales de alto riesgo, que corresponden m¨¢s a la iniciativa privada.
P. ?Es cierto que el Gobierno les advirti¨® contra cualquier intento de entrar en la batalla digital?
R. No. No hemos recibido del Gobierno ninguna clase de advertencia. Tampoco la hubi¨¦ramos admitido. Nuestra pol¨ªtica est¨¢ en funci¨®n de nuestros propios diagn¨®sticos e intereses.
P. ?Ha cambiado el prop¨®sito de Tele 5 de no participar en la televisi¨®n digital?
R. Tele 5 no va a participar, aqu¨ª y ahora, en ninguna de las dos plataformas digitales. No hay masa cr¨ªtica para rentabilizar las inversiones que exigen dos plataformas; y adem¨¢s nuestro inter¨¦s reside en ser suministradores de contenidos. Si en el futuro, como ser¨ªa deseable, se llega a un pacto que garantice la televisi¨®n digital en Espa?a, considerar¨ªamos la posibilidad de una limitada participaci¨®n accionarial, siempre con el prop¨®sito de ser suministradores.
P. ?Qu¨¦ opina de la pol¨ªtica de comunicaci¨®n del Gobierno de Aznar?
R. Hay que distinguir. La pol¨ªtica de comunicaci¨®n de un Gobierno tiene dos vertientes. Una primera se refiere a su propia comunicaci¨®n con la sociedad y los medios; y ah¨ª el Gobierno del PP, despu¨¦s de un inicio dubitativo y poco s¨®lido, ha experimentado cierta mejor¨ªa. No obstante, el Ejecutivo de Aznar tendr¨ªa que unificar mensajes, transmitirlos con exactitud y oportunidad y disponer de una mayor capacidad de interlocuci¨®n.
Hay otra pol¨ªtica de comunicaci¨®n: la del Gobierno respecto de los medios. Mi opini¨®n es desigual. Desde un grupo como el nuestro, al que nadie le ha regalado nada, me parece injusto que se diga que PRISA ha logrado sus ¨¦xitos debido a privilegios del pasado. PRISA vi¨® las posibilidades de la televisi¨®n de pago, por ejemplo, cuando ning¨²n profesional del sector lo hab¨ªamos visto as¨ª. Ahora, con el tema de la televisi¨®n digital, ha habido bastante intervencionismo. Pero no llego a formulaciones radicales, Seg¨²n las cuales este Gobierno habr¨ªa amenazado la libertad de expresi¨®n. Eso, sinceramente, no lo comparto.
P. El f¨²tbol televisado ?es un problema de inter¨¦s general o un espect¨¢culo que debe ser sufragado por aquellos a los que interesa?
R. En l¨ªnea con lo que ocurre en Europa, unos eventos deportivos, muy pocos, pueden calificarse de inter¨¦s general. Pero lo l¨®gico es que la lista de ¨¦stos sea sumamente restringida. Conf¨ªo en que as¨ª suceda en Espa?a. Porque el resto debe ser dejado a la propia din¨¢mica del mercado.
P. El Grupo Correo es el m¨¢s importante de la prensa escrita, pero no est¨¢ presente en zonas tan importantes como Madrid o Catalu?a. ?Qu¨¦ ha ocurrido con las relaciones entabladas con Abc y Zeta?
R. No estamos en Catalu?a ni en Madrid, efectivamente. Pero nuestro grupo no ha concluido su expansi¨®n y dispone de una gran versatilidad para entablar pactos y colaboraciones. Ah¨ª est¨¢ nuestro acuerdo con Prensa Espa?ola, que se mantiene en unos l¨ªmites muy reducidos, pero que ha rendido resultados en determinadas ¨¢reas empresariales. Con el Grupo Zeta tenemos una interesante negociaci¨®n para unir esfuerzos en los suplementos de fin de semana. Pero, insisto, nuestro grupo tiene todav¨ªa un gran potencial de desarrollo.
P. Los peri¨®dicos del Grupo Correo no han implantado ese estilo falt¨®n que prodigan ciertos diarios y programas de radio.
R. Nuestros peri¨®dicos tienen un patr¨®n informativo y editorial del que estamos muy orgullosos. La moderaci¨®n, el rigor y la pluralidad, compatible con una l¨ªnea editorial clara, son rasgos que personalizan nuestros diarios, en los que el insulto y la descalificaci¨®n est¨¢n descartados.
P. Tampoco se observa ese estilo en Tele 5, aunque s¨ª cierto tinte sensacionalista.
R. Me parece claro que el esfuerzo de Tele 5 en sus espacios informativos va en sinton¨ªa con el proyecto editorial en el que creemos. Determinados deslices sensacionalistas que se producen en todas las televisiones deben ser contemplados sin el interesado dramatismo de algunos y, sobre todo, como un fen¨®meno que se ir¨¢ reconduciendo paulatinamente.
P. ?Tiene alguna propuesta para ordenar los conflictos que afectan a la comunicaci¨®n?
R. Ser¨ªa pretencioso por mi parte. Pero s¨ª subrayar¨ªa la necesidad de superar enconamientos personales y resentimientos antiguos, para reconducir la hostilidad actual hacia una rivalidad creativa, que potencie el sector de la comunicaci¨®n en Espa?a, todav¨ªa lejos de presentar la salud y la solidez necesarias para abordar los retos del futuro inmediato.
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