Un padre y su hijo ayudan al parto de la madre mediante instrucciones telef¨®nicas

Faltaban diez minutos para las cinco de la madrugada de ayer cuando Javi, de siete a?os, puls¨® el timbre del piso del vecino y en cuanto se abri¨® la puerta le inform¨®: "Deme algo para atar el cord¨®n; hemos tenido un beb¨¦ sin m¨¦dico". Pero en realidad en ese momento todo estaba ya bajo control. Francisco Javier Morales, un guardia civil de 32 a?os, hab¨ªa anudado el cord¨®n umbilical de su hijo con un pa?uelo y se dispon¨ªa a envolverlo en una s¨¢bana a la espera de que llegara el m¨¦dico generalista del ambulatorio de Santa Fe, una poblaci¨®n a diez kil¨®metros de Granada. En menos de una hora Francisco Javier y su esposa Rosario Salas pasaron de un pl¨¢cido sue?o a la urgencia de atender un parto por sus propios medios. Las amables indicaciones que brind¨® por tel¨¦fono un m¨¦dico del servicio de urgencias del 061 apenas sirvieron de ayuda. El parto fue m¨¢s r¨¢pido que los consejos.

El matrimonio, que vive en Motril, en la costa de Granada, cuenta con tres hijos -Javi, 7 de a?os, Mar¨ªa Jes¨²s, de 4 y Ra¨²lse acost¨® hacia la medianoche."Me despert¨¦ porque romp¨ª aguas", dice Rosario. Javier no se alarm¨® y aunque acordaron ir a la cl¨ªnica antes decidi¨® afeitarse. "Iba a llamar al centro de salud, pero como desconoc¨ªa el n¨²mero decid¨ª marcar el 061 ", evoca. "Mientras hablaba vi que la cabeza empezaba a salir. Le rogu¨¦ a mi mujer que empujara; no sab¨ªa como coger al ni?o por la cabeza. Entonces sac¨® el cuello, tir¨¦ y sali¨® entero". Cuando Rosario empez¨® a ver lo que hab¨ªa ocurrido lleg¨® el m¨¦dico. En sus 25 a?os de profesi¨®n ¨¦ste era el segundo parto que atend¨ªa.