Un tigre se escapa en el Masters
Woods hace la tarjeta del d¨ªa y es l¨ªder, con Olaz¨¢bal cuarto, a cinco golpes
Un vejestorio de chaqueta verde se balanceaba en su mecedora del piso superior de la casa club del Augusta National Golf Club. "As¨ª me gusta el campo". Era el jueves por la tarde. "Estos ni?atos ya saben en las condiciones en que jug¨¢bamos nosotros". El miembro del club se refer¨ªa a las condiciones imposibles de greenes y banderas que luci¨® el campo. Se solazaba el miembro del exclusivo club de que s¨®lo siete jugadores rompieran el par del campo. Lo que todos llamaban rid¨ªculo ¨¦l lo ve¨ªa normal. Se supone que su sonrisa satisfecha se le congelar¨ªa ayer, viendo c¨®mo un tigre negro, el color que hasta hace poco s¨®lo se pod¨ªa ver con el mono blanco de caddie, se escapaba, se burlaba de un campo, ayer ligeramente m¨¢s f¨¢cil en lo que se refiere a las posiciones de bandera, y provocaba gritos de p¨¢nico entre la concurrencia. Y todo sin despeinarse. Tiger Woods, la perla negra, termin¨® la jornada con 136 golpes (-8). S¨®lo un pu?ado de aguerridos europeos aguantan el tipo m¨ªnimamente. El escoc¨¦s Colin Montgomerie (-5), el italiano Constantino Rocca (-4) y Jos¨¦ Mar¨ªa Olaz¨¢bal (-3) todav¨ªa pueden cazar al hombre que ha revolucionado el mundo del golf.El nuevo Michael Jordan del deporte ha llegado, tambi¨¦n de la mano de Nike. La vieja guardia se desperdiga; como s¨ªmbolos ca¨ªdos el ganador de 1996, Nick Faldo (+ 12) y el finalista, Greg Norman (+ 7), no pudieron ni superar el corte y anoche hicieron las maletas. As¨ª tambi¨¦n Severiano Ballesteros (+ 11) y Phil Mickelson, la gran esperanza blanca.
El Tigre tiene pegada y tambi¨¦n tiene cabeza. Olaz¨¢bal puede recordar el partido que jug¨® con ¨¦l en Augusta en el 95. Se asust¨® tanto de la longitud que alcanzaban los drives del norteamericano que al tercer hoyo decidi¨® dejar de mirarlo para no volverse loco. Pero al final mir¨® el marcador. ?l hab¨ªa hecho 66 golpes, el Tigre 74. De aquello hace dos anos, un mundo. El Tigre, el hombre que lleva encima del cuerpo 33 plumas de esas que son el logotipo de su marca patrocinadora, ahora la pega larga, como siempre, pero controla, como nunca. "Mi t¨¢ctica ha sido sencilla", dijo. "Aprovechar los pares cinco. Alcanzar un birdie como poco en cada uno de ellos". Se pas¨® un poco hizo tres birdies y un eagle (-5). Termin¨® la ronda en -6.
Su tremenda pegada le permite convertirlos en pares cuatro. Sale con uno de ventaja. Ya todos los jugadores alcanzan los greenes de esos cuatro hoyos en dos golpes, pero la gran ventaja del Tigre es que ese segundo golpe lo puede dar con un hierro bajo, un palo que permite colocar mejor la bola en el green. Y, por si acaso, si por casualidad pierde la calle, tambi¨¦n tiene calidad e imaginaci¨®n con los hierros para salir de los berenjenales en que le mete su a¨²n joven cabeza de 21 a?os. Y tambi¨¦n trabaja. Anochec¨ªa en el campo. El tee de pr¨¢cticas estaba pr¨¢cticamente desierto. S¨®lo dos figuras se percib¨ªan en la penumbra. Butch Harmon, el gur¨² del swing del Tigre, y Woods en persona. Puliendo defectos. Los dem¨¢s jugadores, en su casa descansando.
S¨®lido Olaz¨¢bal
Parece imposible la tarea de alcanzarlo. Pero a¨²n hay esperanzas para los cazadores. Montgomerie, por ejemplo, se reencontr¨® con el buen putt que cre¨ªa perdido desde hace varias. semanas. Y el putt sigue siendo clave. Y tambi¨¦n est¨¢ ah¨ª Jos¨¦ Mar¨ªa Olaz¨¢bal, que lo sabe bien. Jug¨® una ronda de las que eufem¨ªsticamente se llaman s¨®lidas, o consistentes, que ¨¦l, autoexigente como nadie, denomina de asco, y que el marcador premia coloc¨¢ndolo en cuarta posici¨®n. Si s¨®lo se qued¨® en consistente su juego fue porque le falt¨® la chispa de la fortuna. Dio tres golpes geniales. Uno -una bola empujada por un hierro 5 que entr¨® por un babero entre dos bunkers para dirigirse mansamente hacia la bandera- le vali¨® un eagle en el segundo hoyo; otro hierro le vali¨® un birdie en el 12, el hoyo m¨¢s dif¨ªcil de la jornada. Y el tercero... Con el golpe de salida cay¨® en el bunker de la calle del 18. Su segundo golpe -fallido- le volvi¨® a dejar en el bunker. El bogie parec¨ªa inevitable, pero su segunda salida del bunker dej¨® la bola, milagrosamente, a apenas un metro del agujero. La falta de chispa: no emboc¨® esos putts de tres metros que permiten marcar la diferencia. Tampoco aprovech¨® como los dem¨¢s los pares cinco. Y hasta en el 13 cometi¨® un bogey por su valent¨ªa.Clasificaci¨®n
1?. Tiger Woods (EEUU), 136 golpes (-8). 2?. Colin Montgomerie (Reino Unido), 139 (-5). 3?. Constantino Rocca (Italia), 140 (4). 4?. Jos¨¦ Mar¨ªa Olaz¨¢bal, Jeff Slurnan (EE UU), Fred Couples (EE UU), 141 (-3). 7?. Paul Azinger (EEUU), Paul Stankowski (EEUU), Nick Price (Zimbabue), 142 (-2).
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