Los olivos del sur
Como jiennense no puedo dar cr¨¦dito a las pretensiones de organizar el mercado del aceite desde Bruselas, por la sencilla raz¨®n de que est¨¢ muy lejos de los olivos y porque no han dialogado con nosotros, los afectados, previamente. Est¨¢n decididos a seguir adelante con lo que se propusieron desde un principio: reducir la producci¨®n y la explotaci¨®n del aceite en Espa?a. Las razones que arguyen son harto insuficientes.Si la unidad europea que estamos construyendo se va a basar en el despotismo desde Bruselas, creo que va siendo hora de bajarse de este tren o de reformarlo a fondo. La UE se est¨¢ cavando su propia fosa con el enfrentamiento con los propios pueblos que la sustentan.
Espa?a no puede ser el jard¨ªn de Europa. Ja¨¦n, tampoco. Los que habitamos en esta provincia tenemos, igual que todos, los problemas propios de una sociedad compleja donde no valen las respuestas simples. Y hemos de ser nosotros los protagonistas en la b¨²squeda y puesta en pr¨¢ctica de las soluciones. Los distintos niveles administrativos y gubernativos, incluido el de la UE, est¨¢n para coordinar esfuerzos, pero no para poner en pr¨¢ctica pol¨ªticas autoritarias.
El problema del aceite va m¨¢s, all¨¢ de la discusi¨®n entre subvenciones por ¨¢rbol o por producci¨®n, y los jiennenses lo sabemos muy bien. Poner los recursos econ¨®micos al servicio de la sociedad es algo que aun no hemos incorporado, ni en Ja¨¦n ni en muchos otros sitios, y la realidad es que una de nuestras mayores fuentes de riqueza no s¨®lo no genera riqueza, sino que adem¨¢s vive pendiente de subvenciones.
?Qu¨¦ es lo que falla realmente? ?Cu¨¢les son las soluciones con las que poder salir de este callej¨®n sin salida? ?stas son las preguntas que todos deber¨ªamos formularnos. Hemos de plantearnos si necesitamos una reestructuraci¨®n del sector o no. Un cultivo m¨¢s ecol¨®gico, que d¨¦ de comer a m¨¢s familias, que atraiga inversiones, que motive la investigaci¨®n, que sirva de escuela para otras zonas del mundo donde se cultiva el olivar, que busque nuevos mercados, nuevos productos, etc¨¦tera.
Entiendo que lo que tiene futuro es que los pueblos sean los protagonistas de su propio destino, y en Espa?a es ¨¦sta la tendencia que venimos viviendo desde la transici¨®n, con el fen¨®meno de las comunidades aut¨®nomas.
No podemos permitirnos un paso atr¨¢s, no podemos aceptar pol¨ªticas imperialistas y desp¨®ticas que nos introduzcan cada d¨ªa m¨¢s en una mayor impotencia y un mayor desarraigo. No podemos permanecer pasivos: la movilizaci¨®n es urgente.-
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