"La participaci¨®n europea en la paz de Oriente Pr¨®ximo es inevitable"
Los 15 ministros de Asuntos Exteriores de la Uni¨®n Europea (UE) se re¨²nen ma?ana en Malta con los de los 12 pa¨ªses de la ribera sur mediterr¨¢nea, todos excepto Libia. El momento es delicad¨ªsimo. Tras la decisi¨®n de edificar un nuevo barrio jud¨ªo en Jerusal¨¦n Este, la Liga ?rabe decidi¨® el Jueves Santo romper las relaciones comerciales con Israel. Confirm¨®, no obstante, su asistencia a la Il Conferencia Euro-Mediterr¨¢nea, donde sus l¨ªderes, incluido Yasir Arafat, compartir¨¢n mesa junto al israel¨ª David Levi.El mediador entre Israel y los pa¨ªses ¨¢rabes es Estados Unidos. Pero el principal socio comercial del Estado hebreo no es Washington, sino la UE, adonde va el 51% de sus exportaciones. Tampoco es EE UU el que m¨¢s dinero destina a Palestina, sino la UE, de donde procede el 53% de las ayudas que recibe. S¨®lo as¨ª se explica que, en uno de los momentos de mayor tensi¨®n, unos y otros han aceptado participar en Malta.
Para el vicepresidente de la Comisi¨®n Europea, Manuel Mar¨ªn, de 49 a?os, responsable de la preparaci¨®n de este foro, ocurre que, gracias a los acuerdos adoptados en Barcelona en noviembre de 1995, las relaciones econ¨®micas entre la UE y los pa¨ªses del sur del Mediterr¨¢neo han adquirido una nueva importancia y nadie quiere ponerlas en peligro.
Pregunta. ?Qu¨¦ se puede esperar de Malta?
Respuesta. Que sea la confirmaci¨®n del modelo definido en Barcelona. Entonces viv¨ªamos en los momentos positivos del proceso de paz en Oriente Pr¨®ximo. Los participantes eran gentes que quer¨ªan la paz. Ha transcurrido poco tiempo, pero han pasado muchas cosas. Tenemos que demostrar, con sentido de la paciencia hist¨®rica, porque los problemas no se resuelven en un d¨ªa, que ese proyecto sigue siendo v¨¢lido.
P. ?Cu¨¢les son los resultados de la pol¨ªtica mediterr¨¢nea de la UE desde Barcelona?
R. El de Barcelona constituye hoy el ¨²nico foro multilateral donde, pese a la situaci¨®n en Oriente Pr¨®ximo, han decidido participar incluso quienes mantienen el mayor antagonismo. El mismo d¨ªa en que el comit¨¦ de ministros de la Liga ?rabe decidi¨® el boicot a Israel, confirm¨® que el proceso euro-mediterr¨¢neo es algo distinto del proceso de paz, que tiene otra l¨®gica y que, consecuentemente, por unanimidad, asistir¨ªan a la reuni¨®n de Malta. La Conferencia ha resistido una de las mayores dificultades pol¨ªticas y diplom¨¢ticas imaginables.
P. ?Qu¨¦ puede aportar la conferencia a la pacificaci¨®n?
R. Malta no tocar¨¢ formalmente ese problema, pero la presencia de todos los actores permitir¨¢ un di¨¢logo. Adem¨¢s, hemos llegado a un punto en el que la participaci¨®n directa de la UE en el proceso de paz es inevitable y necesaria. Interesa a Israel, a los palestinos y, tambi¨¦n, a Estados Unidos. No se trata de disputar el liderazgo a Washington, que lo tiene y que debe pilotar este proceso. La UE puede aportar una complementariedad fundamental porque es el principal actor econ¨®mico, financiero y comercial de la zona. No s¨®lo, como dice el primer ministro Netanyahu, en la parte ¨¢rabe, sino tambi¨¦n con Israel. El acuerdo de asociaci¨®n que firmaron, dentro de la pol¨ªtica euro-mediterr¨¢nea, es sustancial para los israel¨ªes.
P. Israel no parece consciente de ello.
R. El primer ministro israel¨ª deber¨ªa considerar que es de su inter¨¦s y del de los palestinos que la Uni¨®n Europea juegue un papel. Porque la econom¨ªa, el comercio y las finanzas de todos ellos, de todos, est¨¢n ligados directamente al mercado europeo.
P. ?Cu¨¢l ha sido el desarrollo de los tres objetivos fijados en Barcelona: definir un espacio de paz y estabilidad, crear una zona de libre cambio y desarrollar intercambios entre las sociedades civiles?
R. Desigual. En Malta discutiremos las premisas de una Carta o Pacto de seguridad y estabilidad, que plantea muchos problemas, por el conflicto de Oriente Pr¨®ximo y por las disputas territoriales entre Turqu¨ªa y Grecia. Es muy positivo que estemos en una fase de discusi¨®n de principios, aunque creo que necesitar¨¢ tiempo para madurar, es prematuro pensar que la Carta se apruebe en Malta. Lo importante es que se confirme, incluso en un momento tan delicado, la voluntad de proseguir en la definici¨®n de un modelo de seguridad en el Mediterr¨¢neo.
P. ?Ha ido m¨¢s r¨¢pida la cooperaci¨®n econ¨®mica?
R. Hemos avanzado m¨¢s porque hemos firmado cuatro acuerdos de asociaci¨®n, con T¨²nez, Israel, Marruecos y la Autoridad Palestina, y estamos a punto de culminar otros con Jordania, Egipto y L¨ªbano. Con Argelia se han comenzado las negociaciones, que esperamos terminar en octubre, y con Siria es probable que empecemos las conversaciones en junio. Estos acuerdos van a cambiar la naturaleza y la estructura de las econom¨ªas de los pa¨ªses vecinos. Nos permitir¨¢n entrar en el pr¨®ximo siglo con una zona econ¨®mica de libre cambio que abarcar¨¢, por vez primera, a todo el Mediterr¨¢neo. A¨²n no se ven los frutos, pero el cambio que se va a producir en el aparato econ¨®mico, industrial, agr¨ªcola, incluso en t¨¦rminos pol¨ªticos y sociales, va a tener una importancia trascendental para el ¨¢rea.
P. ?Qu¨¦ ha sucedido con la inversi¨®n privada?
R. Ser¨¢ fundamental a medio plazo. Malta es crucial. La Comisi¨®n propondr¨¢ medidas a fin de que los pa¨ªses vecinos vayan abriendo sus econom¨ªas entre ellos mismos. Para que la operaci¨®n euromediterr¨¢nea sea un ¨¦xito, hay que desarrollar su relaci¨®n directa con la UE, pero tambi¨¦n una relaci¨®n horizontal entre ellos. Por eso lanzaremos dos temas complejos pero vitales: la armonizaci¨®n de normas y est¨¢ndares en todo el Mediterr¨¢neo y el certificado de origen. Es lo que est¨¢ esperando el sector productivo europeo para invertir. Aqu¨¦l que invierta en esos pa¨ªses sabr¨¢ que lo all¨ª fabricado, en t¨¦rminos de origen, de normas o de est¨¢ndares, tiene garantizado el libre tr¨¢nsito por la Uni¨®n y que sus consumidores lo aprecien.
P. ?Por qu¨¦ las relaciones de la sociedad civil avanzan menos?
R. En el Mediterr¨¢neo es in¨²til buscar un modelo uniforme de sociedad. No lo hay. Es la cuna de tres religiones que han generado valores culturales y sociales distintos, que hay que tener en cuenta. Potenciaremos los programas de gesti¨®n descentralizada, entre universidades, ciudades, etc..., sabiendo que es fundamental, pero tambi¨¦n dif¨ªcil y que ir¨¢ lento. Adem¨¢s, en Europa reside actualmente una comunidad musulmana de10 millones de personas. El problema de la emigraci¨®n no lo resolver¨¢n ni la pol¨ªtica de visados ni el control policial. Se resolver¨¢ a largo plazo transfiriendo una parte de nuestra riqueza. La ¨²ltima l¨®gica de la pol¨ªtica euromediterr¨¢nea es elevar el nivel de vida de las poblaciones de estos pa¨ªses, crear un entramado de intereses que les permita tener un desarrollo econ¨®mico sostenido y una sociedad m¨¢s plural. Cuando el ciudadano jordano o marroqu¨ª vea que en su propio entorno tiene posibilidades de llevar una vida digna, en ese momento, se termin¨® el problema de la emigraci¨®n. En Espa?a deber¨ªamos saberlo mejor que nadie.
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