La UE aplaza la demanda comercial contra Estados Unidos por la ley Helms-Burton
Espa?a, Francia, Italia y B¨¦lgica propusieron ayer formalmente endurecer el principio de acuerdo entre la Uni¨®n Europea (UE) y Estados Unidos para acabar con el litigio provocado por la ley Helms-Burton, que penaliza las inversiones en Cuba. Pretenden que, al menos, los Quince adopten una declaraci¨®n complementaria que condene la aplicaci¨®n extraterritorial de leyes internas y anuncie el reinicio "autom¨¢tico" del proceso ante la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC) si Washington incumple sus compromisos. Si eso se decide ma?ana, habr¨¢ acuerdo.
El principio de acuerdo (memorandum of understanding o protocolo de intenciones) alcanzado el viernes entre el subsecretario estadounidense de Comercio, Stuart Eizenstat, y el comisario europeo Leon Brittan, tuvo ayer una acogida agridulce por parte de los Quince en el Coreper. Aunque, si se endurece el texto o se aprueba una declaraci¨®n adjunta: -anunciando la reintroducci¨®n autom¨¢tica del recurso a la OMC en caso de incumplimiento y condenando literamente la extraterritorialidad- tiene muchos n¨²meros para ser aprobado en la reuni¨®n de ma?ana. De momento, se decidi¨® pedir a la OMC que aplace una semana el inicio del procedimiento arbitral que deb¨ªa haber empezado ayer mismo.La acogida fue dulce, porque lo apoy¨® sin fisuras un tercio de la UE: Alemania, Suecia, Portugal, Finlandia e Irlanda. Semi, pues Reino Unido, Grecia y Austria, exentos de entusiasmo, asumieron su pragmatismo: es "lo posible". Y agria, porque Francia, Espa?a, Italia y B¨¦lgica se mostraron insastisfechas. "El texto es lamentable, plantea m¨¢s problemas de los que resuelve", critic¨® el embajador franc¨¦s.
La principal objeci¨®n francesa estriba en que no figura una denuncia expl¨ªcita de la aplicaci¨®n "extraterritorial" de las leyes internas, precisamente el motivo por el que se inici¨® el procedimiento ante la OMC. Aunque el texto hace una referencia indirecta y acr¨ªtica a la extraterritorialidad, al indicar que ambas partes trabajar¨¢n conjuntamente para "resolver mediante consenso la cuesti¨®n de los conflictos jurisdiccionales, incluyendo las cuestiones que afecten a los inversores de otra parte por causa de sus inversiones en terceros pa¨ªses".
Espa?a lament¨® que se d¨¦ una "tregua" a EE UU "con pocas garant¨ªas para la UE". Seg¨²n el texto, ambas partes dispondr¨¢n de un plazo hasta el 15 de octubre para cumplir sus compromisos. Para entonces, Washington debe haber iniciado las gestiones con su Congreso para enmendar la ley Helms-Burton, aunque hasta lograrla podr¨¢ seguir aplicando "rigurosamente" su t¨ªtulo cuarto, por el que se niegan los visados a los empresarios que hayan invertido en propiedades nacionalizadas por Fidel Castro.
Y sobre todo, exigi¨® que la reanudaci¨®n del panel de la OMC sea autom¨¢tica, sin necesidad de votar, si Washington persigue a alg¨²n empresario europeo. Algo similar pidi¨® B¨¦lgica. Italia se quejaba de la vaguedad de los compromisos estadounidenses por los que se excluir¨ªa ¨¢ las empresas europeas de la ley D'Amato-Kennedy, que penaliza las inversiones en Ir¨¢n y Libia. Las promesas de Washington "constituyen un compromiso moral, sin asumir obligaciones legales", seg¨²n destacaba un experto espa?ol.
Brittan reconoci¨® que "no tenemos garant¨ªas totales" de EE UU, porque se trata de un compromiso pol¨ªtico y no de un tratado o de un pacto jur¨ªdicamente vinculante. Pero destac¨® los aspectos positivos del principio de acuerdo. El principal es que las empresas europeas sortear¨¢n la ley Helms-Burton, pues Clinton renovar¨¢ la suspensi¨®n del t¨ªtulo tres (el que permite a las compa?¨ªas estadounidenses pleitear en su pa¨ªs contra las europeas que comercien con bienes cubanos nacionalizados) para todo su mandato y no cada seis meses. Y porque se ve con fuerzas para conseguir la enmienda del t¨ªtulo cuarto (visados). A cambio, el compromiso europeo es "inhibir" o "desincentivar, pero no prohibir" inversiones en Cuba sobre bienes confiscados.
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