Tortilla de patatas, Dios, Torres y Arzak

Que Espa?a es una tortilla de patatas, que lo dude quien quiera. Pero que Espa?a es s¨®lo una tortilla de patatas..., que venga y lo vea. Y luego, si dice s¨ª, lo asesinamos pulcramente.Durante la ¨²ltima semana, Madrid ech¨® la casa por todas las ventanas posibles para ilustrar sobre la capacidad gastron¨®mica de Espa?a. Es cierto que se ali¨® con Donosti, y se ali¨® igualmente con Catalu?a, representada por Bodegas Torres. ?Y qu¨¦ menos!

Desde hace ya una d¨¦cada, Bodegas Torres -hombres mundiales con sus 1.000 hect¨¢reas en el Pened¨¦s catal¨¢n, las 25 que cultivan en California y las 200 chilenas- patrocina unas jornadas gastron¨®micas que ya son instituci¨®n. EL PA?S ha colaborado en este acontecimiento (ya era hora de que abriera los ojos ante una cultura tan singular y significativa del futuro) y el p¨²blico ha podido, con la boca abierta, vivir las elaboraciones de todos los platos, en una planta de las tres que ocupa el restaurante Pedro Larumbe. Y periodistas y gastr¨®nomos han colaborado con explicaciones, conferencias y estilismos que, a la postre, han dado un lustre a unos d¨ªas de comer y beber y gozar de men¨²s excelsos como el del mes¨®n El Dragrago -tel¨¦fono (922) 54 30 02-, el restaurante Jockey -(91) 319 24 35-, el restaurante Mas de Torrent -(972) 30 32 92-, el restaurante Goizeko Kabi -(94) 442 1129- y Pedro Larumbe -(91) 575 11 12-. Se trata de cinco de los chefs espa?oles m¨¢s reputados, todos propietarios de restaurantes de la calidad m¨¢s alta y m¨¢s cuidada. Los precios rondan todos, por cada men¨² completo, las 10.000 pesetas unos, las 6.000 o 7.000 los otros.

Y casi paralelamente, en la capital m¨¢s aut¨®ctona de la gastronom¨ªa, San Sebasti¨¢n, ha comido y bebido y debatido el Consejo de Administraci¨®n de Eurotoques, organizaci¨®n integrada por m¨¢s de 3.000 cocineros de 19 pa¨ªses que vino al mundo en Bruselas; ofici¨® entonces de partero oficial el que fuera presidente de la Comisi¨®n, el franc¨¦s Jacques Delors. Y los parteros de verdad se llaman Paul Bocuse, Pierre Romeyer y Juan Mari Arzak.

Desde entonces, Eurotoques se ha reputado en el mundo; defiende la profesi¨®n de cocinero, como defiende los productos aut¨®ctonos -es decir, la materia prima de calidad-, y defiende al consumidor, a la postre. Por ejemplo, en estos d¨ªas donostiarras, los cocineros espa?oles han conseguido el apoyo de sus colegas europeos para enfrentarse a la reforma de la OCM, referente al aceite de oliva, que promueve el comisario general de Agricultura de la Uni¨®n Europea, Franz Fischler.

Pero hubo mucho que comer y que beber en lo m¨¢s nombrado de Donosti, incluyendo una cena en el casco viejo de la ciudad a base de pinchos. El restaurante de toda la vida, Nicolasa -tel¨¦fono (943) 42 17 62-, hizo exquisitez con su pudin de puerros con crema de habas, con su bacalao Club Ranero y su sublime postre de manzana. Y no hizo menos el restaurante Akelarre -(943) 2120 42-, del chef Pedro Subijana, y, como siempre, Arzak y su hija Helena voltearon las campanas de la gloria hasta llegar, al final, a los canutillos de membrillo; y todos los congresistas, conducidos por Karlos Argui?ano -(943) 13 00 00-, conocieron Guetaria y comieron en la Casa del Mar.