Un frente anticomunista, favorito en las elecciones b¨²lgaras de ma?ana
ENVIADO ESPECIALLas consecuencias de las elecciones de ma?ana prometen ser decisivas para Bulgaria, pero nadie lo dir¨ªa. Los ex comunistas, renombrados socialistas -la fuerza que ha gobernado directa o indirectamente la mayor parte de los ¨²ltimos siete a?os, haciendo del pa¨ªs balc¨¢nico un caso de manual de transici¨®n fallida-, agonizan. La estrella en alza, a la que las encuestas atribuyen hasta un 60% de los votos, es una dispar coalici¨®n anticomunista, Uni¨®n de Fuerzas Democr¨¢ticas (UFD), cuyo jefe y presumible primer ministro, Iv¨¢n Kostov, no goza de la simpat¨ªa popular. Seguidores de unos y otros, 2.000 o 3.000 personas en cada bando, se arremolinaban mustiamente ayer en Sof¨ªa en los ¨²ltimos m¨ªtines antes de la votaci¨®n del s¨¢bado.
Un desmayado auditorio de pensionistas que agitaban banderitas con los colores nacionales para combatir un fr¨ªo glacial escuchaba a Georgi Parvanov, joven l¨ªder de los rojos en desgracia. Parvanov bramaba por la intromisi¨®n del exiliado rey Sime¨®n en los asuntos de Bulgaria. No muy lejos, el estado mayor de los supuestos vencedores se alineaba aterido ante la fachada de la catedral de Alexander Nevski para pedir a los all¨ª reunidos los azules, mucho m¨¢s j¨®venes- "juramento de que todos juntos" salvar¨¢n la patria.
Pese a la aparente trascendencia del cambio, cuyo camino ha sido preparado en los ¨²ltimos dos meses por una terapia de choque iniciada por el Gobierno interino de Stefan Sofianski- un miembro de la UFD muy valorado por los ciudadanos y que no se entiende con Kostov-, a los b¨²lgaros parece haberles dejado de interesar la pol¨ªtica. En la calle apenas hay ambiente y nadie habla de elecciones, sino de comida o de sueldos. Todos coinciden en que la campa?a ha sido la m¨¢s descafeinada que se recuerda desde la ca¨ªda del comunismo, en 1989.
Desgana popular
El motivo de la desgana no es ¨²nicamente que se conozca desde febrero, cuando las masivas protestas callejeras forzaron a los ex comunistas a abandonar el Gobierno a mitad de su mandato constitucional, qui¨¦n va a ser el ganador. La raz¨®n fundamental de esta apat¨ªa inusual en los Balcanes es que los b¨²lgaros est¨¢n dedicados a la lucha por la supervivencia. Ya no hacen titulares en los peri¨®dicos por asaltar las panader¨ªas, como hace dos meses, pero la situaci¨®n de muchos, su consumo de alimentos, est¨¢ en l¨ªmites casi biol¨®gicos, de creer a algunos responsables de centros hospitalarios.
El ¨²ltimo sondeo electoral de Gallup vaticina que la coalici¨®n anticomunista de Kostov, un ambicioso ex ministro de Finanzas, obtendr¨¢ alrededor del 60% de los votos y la mayor¨ªa absoluta de esca?os. Sus principales rivales, los ex comunistas de Parvanov, due?os del Parlamento disuelto, no llegar¨¢n probablemente al 25%. El resto se lo repartir¨¢n otros tres partidos -una alianza de grupos mon¨¢rquicos y la minor¨ªa ¨¦tnica turca, una escisi¨®n socialista llamada euroizquierda y el Bloque B¨²lgaro de Negocios-, todos los cuales, seg¨²n Gallup, llegar¨¢n al 4% necesario para entrar en la Asamblea unicameral de 240 miembros elegida por representaci¨®n proporcional.
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