El dictador gana tiempo

En Kinshasa todo el mundo trata de explicar la realidad con una frase que ha hecho fortuna: "Lo ¨²nico previsible en Zaire es que todo es imprevisible". S¨®lo desde esta filosof¨ªa de la sorpresa paranormal es posible entender el paso dado ayer por Mandela y la r¨¢pida aceptaci¨®n de Mobutu. Ahora queda lo complicado: decidir la fecha, sentar al dictador zaire?o frente al victorioso l¨ªder rebelde, Laurent Kabila, y esperar que haya acuerdo.Para Mobutu hay dos prioridades excluyentes: tratar de mantenerse en el poder durante un periodo de transici¨®n o garantizarse una salida inmediata digna y con fondos suficientes. KabIla, con el control militar de casi medio Zaire (un pa¨ªs que es cuatro veces y media m¨¢s grande que Espa?a), no necesita pactar una sucesi¨®n lenta. En su mente tambi¨¦n hay dos opciones: o Mobutu se va al exilio en los pr¨®ximos d¨ªas o entra con sus tropas en Kinshasa.

Kabila puede garantizar a Mobutu que el nuevo Gobierno no va a congelarle parte de sus bienes ni emprender una persecuci¨®n jur¨ªdica por medio mundo. El problema del dictador zaire?o es su debilidad pol¨ªtica y f¨ªsica (tiene un c¨¢ncer de pr¨®stata y a¨²n convalece de la operaci¨®n del pasado verano). EE UU ha movido sus hilos diplom¨¢ticos para que Sur¨¢frica conceda el visado a Mobutu y a su familia m¨¢s directa. El Gobierno de Mandela ha respondido que, si se planteara esa circunstancia, aceptar¨ªa.

Mobutu trata, sin duda, de ganar tiempo. Por eso, para Kabila, el avance militar sobre Kinshasa, que prosigue estos d¨ªas, es el ¨²nico instrumento que tiene para que el dictador le tome muy en serio. S¨®lo cuando est¨¦ a las puertas de la ciudad podr¨¢ haber acuerdo. ?Cu¨¢ndo suceder¨¢ eso? En la lengua lingale, lobi sirve para hablar de hoy y de ma?ana. El tiempo aqu¨ª no cuenta, s¨®lo la realidad. Y ¨¦sta es simple: Mobutu est¨¢ acabado. Lo que se va a dilucidar es si habr¨¢ salida pac¨ªfica o violenta. Poco m¨¢s, a no ser que Kabila sea tan est¨²pido como para dejarse enga?ar.