Una fiesta de toros: una fiesta de todos

Si la fiesta de los toros se ha venido denominando fiesta nacional es con mucho m¨¢s motivo, por la raigambre que tiene en nuestro pueblo, por la grandeza de sus diestros, por la importancia de nuestras plazas y ganader¨ªas, una fiesta fundamentalmente andaluza; una expresi¨®n cultural de nuestra historia que estamos obligados a mantener y entregar en las mejores condiciones a las generaciones que nos sucedan.La Junta de Andaluc¨ªa tiene la responsabilidad, junto a los diferentes agentes taurinos y a los aficionados, de velar por la pureza de la Fiesta. Pureza que se ha visto ¨²ltimamente reducida a la integridad de los pitones y que, sin embargo, abarca muchos otros aspectos tanto o m¨¢s importantes, como la Fijaci¨®n de los c¨¢nones de las suertes de lidia, el papel de cada uno de los agentes que participan en la fiesta, la labor de los equipos gubernativos y de veterinarios...

Esta defensa de la integridad no debe ejercerse de manera unilateral, porque la fiesta s¨®lo puede existir con el respeto de todos los implicados. La pol¨ªtica de la Consejer¨ªa de Gobernaci¨®n en esta materia viene presidida por la firme decisi¨®n de dotar de mayor participaci¨®n en las decisiones administrativas a cada uno de los subsectores taurinos. Y pretendemos crear en los pr¨®ximos meses una Comisi¨®n de Asuntos Taurinos de Andaluc¨ªa que sirva de lugar de encuentro, an¨¢lisis y debate de los profesionales, empresarios, ganaderos, equipos gubernativos, m¨¦dicos, veterinarios y aficionados.

?ste objetivo no es f¨¢cil. Los profesionales del sector est¨¢n asociados y, al ser su n¨²mero menor, es m¨¢s f¨¢cil encontrar un interlocutor. Los aficionados, sin embargo, son un problema diferente: el parco asociacionismo que ha existido en este sector dificulta enormemente la interlocuci¨®n. A pesar del impresionante n¨²mero de festejos que se celebran en Andaluc¨ªa - 1.121 en 1996-, s¨®lo nos constan tres uniones de abonados, las de Algeciras, M¨¢laga y Sevilla, y multitud de pe?as taurinas diseminadas por las ocho provincias.

Andaluc¨ªa fue la primera comunidad aut¨®noma que plante¨®, con ocasi¨®n de la elaboraci¨®n de nuevos reglamentos, la necesidad de implicar a los aficionados tanto en los reconocimientos como en la presidencia de los festejos y aspiramos a contar con su intervenci¨®n en los reconocimientos post mortem y en los expedientes sancionadores que se incoen, ya que afectan a su condici¨®n de consumidores.

Para ello, requerimos adem¨¢s la participaci¨®n de los medios de comunicaci¨®n, especialmente la de los cronistas taurinos, tanto por difundir una manifestaci¨®n cultural andaluza de gran valor como para hacer permeable a los ciudadanos un mundo tradicionalmente cerrado como el de los toros. La Junta de Andaluc¨ªa es la Administraci¨®n que aporta m¨¢s informaci¨®n; publicamos todas las disposiciones, las sanciones y las medidas emprendidas por el Gobierno andaluz en esta materia, y seguiremos con esta informaci¨®n al ciudadano.

La Junta tiene plenas competencias reguladoras en materia taurina, pudiendo legislar independientemente del Gobierno central y, por supuesto, de otras comunidades. Pero, aunque no descartamos legislar para Andaluc¨ªa en un futuro (especialmente referido a especialidades taurinas), no creemos que en estos momentos sea bueno para la integridad de la fiesta que la lidia se diferencie de unas regiones a otras. Por ello, y dejando claro el singular papel de referencia de Andaluc¨ªa en el mundo de la lidia, apostamos por potenciar la Comisi¨®n Sectorial de Asuntos Taurinos, en donde se encuentran representadas todas las comunidades aut¨®nomas y el Ministerio del Interior, para hacer un marco unificado que asegure el riguroso cumplimiento de la ley y del reglamento taurinos; prestando especial atenci¨®n a la integridad de las reses, la seguridad de los actores y p¨²blico, y la promoci¨®n de la fiesta.

Andaluc¨ªa tiene en el mundo de los toros la condici¨®n de paradigma y referente. De nuestra tierra han salido la mayor¨ªa de los encastes de la caba?a ganadera, de nuestros pueblos los mejores diestros; nuestras plazas, comenzando por Ronda o la Maestranza sevillana, son de las m¨¢s antiguas y bellas del mundo; todo esto hace del toro se?a de identidad del pueblo andaluz y fuente de inspiraci¨®n universal para el arte. Sin la fiesta ser¨ªa imposible entender nuestra tierra tal y como ha sido y es. Nuestro deber, por tanto, es preservarla y transmitirla en toda su integridad a las nuevas generaciones.