El Paul Newman de los t¨¦cnicos

Marcello Lippi es un toscano de Viareggio, la ciudad en la que se celebra el torneo de f¨²tbol juvenil m¨¢s importante de Europa. A sus 49 a?os se considera una persona entusiasta e intuitiva. "Cuando hablo con mis jugadores me gusta mirarlos a los ojos. No soporto a quienes los bajan ni que hablen de m¨ª a mis espaldas. Intento entrar en la cabeza de los futbolistas, comprender sus motivos. Busco, sobre todo, crear un grupo de personas que quieran ayudarse mutuamente".Como jugador de Primera Divisi¨®n disput¨® 172 encuentros en los que marc¨® cinco goles. Tambi¨¦n jug¨® 67 partidos en Segunda (dos goles). Concluy¨® su carrera de jugador en el Pistoiese. Antes de convertirse en entrenador de la Juventus, se fogue¨® en las divisiones inferiores del f¨²tbol italiano. En nada menos que siete clubes tuvo que entrenar antes de ocupar el banquillo de los campeones de Europa. Desde 1994, Lippi entrena a la Juve, con la que ha consegu¨ªdo el scudetto y la Copa en 1995; la Supercopa italiana y europea, la Liga y Copa Intercontinental en 1996.

En Italia lo llaman el Paul Newman de los entrenadores, obviamente por su belleza. Pero a ¨¦l eso no le importa lo m¨¢s m¨ªnimo. Prefiere hablar de cosas m¨¢s importantes, como la amistad o las relaciones humanas.

Hombre religioso, pero no un meapilas. "?Que si creo en Dios? S¨ª, pero de una forma totalmente personal, como creo en el amor y en la sinceridad. Nunca he aceptado compromisos: prefiero pagar en primera persona antes que dejar a deber, en la vida como en el banquillo".