El espacio como urna funeraria
El primer sat¨¦lite espa?ol lleva las cenizas de 24 personas
Ciencia y morbo compiten hoy en el espacio. El primer sat¨¦lite totalmente espa?ol -auspiciado por el Instituto Nacional de T¨¦cnica Aeroespacial (INTA), del Ministerio de Defensa, y fabricado por Construcciones Aeron¨¢uticas (CASA), con un coste de 5.300 millones de pesetas y posible uso civil y militar- ser¨¢ lanzado (La 2 de TVE) a las dos de la tarde, hora peninsular espa?ola, desde la base de Gando, en Gran Canaria, para realizar un programa de cuatro experimentos. Ser¨¢n dos a?os en ¨®rbita.Pero el aspecto cient¨ªfico puede que dar de momento oscurecido por una carga un tanto especial a bordo: am¨¦n de sus propios 200 kilos de peso, el Minisat 01. lleva un contenedor de un kilo con las cenizas de 24 personas fallecidas, algunas tan famosas como Gene Roddenberry, creador de la saga Star Trek, y Timothy Leary, el guru del LSD y la contracultura de los a?os sesenta, y en su ¨²ltima etapa, adicto a Internet.
Gene Rodderiberry siempre tir¨® a los Star Trek, as¨ª que este the end responde a exigencias del gui¨®n. Timothy Leary, en cambio, fue m¨¢s polifac¨¦tico: contracultural hasta los huesos -ahora convertidos en ceniza-, ap¨®stol del LSD -por ello fue expulsado del claustro de Harvard en 1963- y calificado por Nixon como "el hombre m¨¢s peligroso de Am¨¦rica", evolucion¨® luego a la pasi¨®n por Internet y anunci¨® que se suicidar¨ªa en plena red. El caso es que Carol Rosin -una amiga que permanecer¨ªa a su lado hasta el final, cuando un c¨¢ncer de pr¨®stata acab¨® con ¨¦l en 1996, a los 75 a?os- le hab¨ªa mostrando unm v¨ªdeo de proganda de Celestis y Leary -escribi¨® ella- "se excit¨® tanto ante la idea de ir al espacio que dio un bote en la silla de ruedas y entonces supe que en aquel momento Timothy decidi¨® que era hora de morir". En palabras de Rosin, "siempre fue un pionero espacial y deseaba subir all¨ª, y ahora tiene la oportunidad".
El lado cient¨ªfico del lanzamiento presenta no pocos alicientes y tampoco carece en s¨ª de cierto morbo. El cohete Pegasus tiene un historial problem¨¢tico. El lanzamiento estaba previsto para: 1996 y el pasado 18 de marzo hubo que retrasarlo por dificultades del Pegasus que obligaron a la empresa estadounidense Orbital Science Corporation (OSC) a revisar el cohete. Por tanto, hay suspense por asistir al momento en que, al alcanzar los 11.000 metros de altura, el piloto del avi¨®n L¨®ckheed L-1011 soltar¨¢ el cohete, el cual, a 600 kil¨®metros, lanzar¨¢ el Minisat 01.
Tambi¨¦n el Minisat 01 cuenta con- sobresaltos de infancia: el pasado 11 de febrero -cinco d¨ªas despu¨¦s de que el ministro Eduardo Serra presentase el proyecto- salt¨® el sistema antiincendios y el sofisticado artefacto fue pasado por agua: hubo que secar toda posible humedad a base de un ciclo de vac¨ªo t¨¦rmico.Pero las agencias internacionales de noticias no reparan sino tangencialmente en la efem¨¦rides que el lanzamiento supone para la ciencia espa?ola. Ni siquiera se fijan mucho en que, de esta tacada, Espana ya es el segundo pa¨ªs europeo que lanza un sat¨¦lite desde su territorio: Francia, desde Kourou, en la Guayana, y Espa?a, desde Gando. Las agencias prefieren centrarse en el contenedor de cenizas, fruto de un acuerdo de la OSC y una funeraria de Tejas, Celestis: por el equivalente en d¨®lares a 720.000 pesetas, una porci¨®n de los restos mortales de 24 personas vagar¨¢ -en una fase del Pegasus postetior a la puesta en ¨®rbita del Minisat 01- por el espacio exterior, entre cuerpos astrales y chatarra astron¨¢utica.
Seg¨²n Chan Tysor, presidente de la funeraria, "puede ser que las cenizas vuelvan a entrar en la atm¨®sfera, ardiendo, en un homenaje final, como una estrella fugaz", informa Reuter. Los. expertos calculan que las cenizas estar¨¢n en ¨®rbita entre a?o y medio y 10 a?os, antes de que la gravedad terrestre las atraiga y se abrasen en la atm¨®sfera.
Tysor, que ya prepara otra remesa de cenizas para septiembre en un lanzamiento desde California - 150 pasajeros-, vende su servicio como "un camino para la gente que siente fascinaci¨®n por el espacio exterior por participar en la apertura de una nueva frontera en contacto con el firmamento nocturno tachonado de estrellas".
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