Contestaci¨®n sin fundamento

El pasado domingo 6 de abril publicaron una entrevista con el director general de Tr¨¢fico, se?or Carlos Mu?oz-Repiso. Es una buena entrevista, con una sola pega. Cuando la periodista sugiere que la carga impositiva de las multas en Espa?a es excesiva, el se?or Mu?oz-Repiso da una contestaci¨®n que no ha lugar. En primer lugar, no es una justificaci¨®n lo que hagan en otros pa¨ªses. Cada pa¨ªs impondr¨¢ las multas oportunas en funci¨®n de la gravedad del incidente, posibles agravantes o atenuantes, legalidad vigente, etc¨¦tera.El se?or Mu?oz-Repiso contesta textualmente: "Lo que se intenta con las multas es hacer disuasorias las infracciones. En Estados Unidos, por hacer eso, le habr¨ªan metido en prisi¨®n". El "hacer eso" es circular a 90 kil¨®metros por hora cuando el l¨ªmite es de 70, infracci¨®n sancionada con 30.000 pesetas de acuerdo con un precedente mencionado por la periodista. Pues bien, el 4 de julio de- 1996, yo circulaba por el Estado de Nuevo M¨¦xico, a punto de entrar en Colorado (ambos en Estados Unidos). En un despiste pas¨¦ por alto una se?al que limitaba la velocidad a 40 millas por hora (65 kil¨®metros por hora). Un agente me par¨® y me dijo que hab¨ªa superado la se?al de 60 millas por hora (95 kil¨®metros por hora), por lo que deb¨ªa pagar una multa de 105 d¨®lares (15.000 pesetas). Como era el 4 de julio (fiesta federal en EE UU) y era extranjero, me rebaj¨® la multa a 55 d¨®lares (8.000 pesetas). No s¨®lo no fui a la c¨¢rcel, sino que fue de lo m¨¢s amable. Tambi¨¦n me dijo que ten¨ªa un mes para pagar la multa, o que pod¨ªa hacer alg¨²n tipo de trabajo social.

En marzo de 1996 iba circulando por una carretera de la provincia de L¨¦rida. La carretera estaba en obras, hab¨ªa exceso de se?ales y eran de todos los colores (amarillas, las provisionales; blancas, las permanentes). Eran las tres de la madrugada. A la vuelta de una curva, una pareja de la Guardia Civil me detuvo. Hab¨ªa superado una se?al que limitaba la velocidad a 50 kil¨®metros por hora a 70: 30.000 pesetas de multa. No valieron de nada mis explicaciones ni que mi conducci¨®n fuera de lo m¨¢s correcta y prudente. A pagar.

En Estados Unidos no s¨®lo la carga impositiva de la multa es menor que aqu¨ª (y la capacidad adquisitiva de un americano es superior a la de un espa?ol), sino que se muestran m¨¢s comprensivos. En Estados Unidos, cuando se va a la c¨¢rcel es cuando se conduce bajo el efecto de alguna droga (alcohol, narc¨®ticos), no por infringir un l¨ªmite de velocidad.-