Las ciencias, el lat¨ªn y Rousseau

Se ha aireado mucho la situaci¨®n de las humanidades en secundaria, en particular la del lat¨ªn. Muchas personas, incluida la ministra, han decidido "romper una lanza" a su favor. Algunos incurren en falsedades al afirmar que las ciencias desplazan a las humanidades, olvidando que las ciencias tambi¨¦n son humanidades y que sus grandes ideas han cambiado la visi¨®n del mundo y del hombre. La ciencia est¨¢ relacionada con la filosofia, la historia, la literatura y el arte. Los nuevos curr¨ªculos de ciencias de la LOGSE pretend¨ªan no s¨®lo actualizar los contenidos y familiarizar con el m¨¦todo cient¨ªfico, sino incluir aspectos de historia y filosof¨ªa de la ciencia.Adem¨¢s, algunas humanidades tradicionales gozan de excelente salud en la LOGSE. S¨®lo el lat¨ªn (y, en menor grado, la filosof¨ªa) tiene problemas comparables a los de la f¨ªsica y qu¨ªmica, que no han sido expulsadas al infierno de la no existencia, pero casi. Se las ha incluido s¨®lo como optativas en cuarto de ESO, cuando la f¨ªsIca y qu¨ªmica era obligatoria en segundo de BUP y en segundo de FP-1, y el lat¨ªn, en segundo de BUP. Y se ha supuesto, con una idea rousseauniana de los estudiantes, que iban a escoger las asignaturas necesarias para los estudios posteriores. Pero la mayor¨ªa escoge pl¨¢stica, m¨²sica, tecnolog¨ªa o cualquier optativa de cuarto, y aparecen en el primer curso de los bachilleratos cient¨ªfico o tecnol¨®gico, en el que la f¨ªsica y qu¨ªmica es obligatoria, sin haber cursado esta asignatura en cuarto.

La situaci¨®n se agrava a¨²n m¨¢s en segundo de bachillerato, donde la Ley de 30 de mayo de 1995 (BOE del 7 de junio de 1995), posiblemente inspirada en Rousseau, olvida la picaresca nacional y permite que los estudiantes no escojan aquellas materias que necesitar¨¢n en primero de Universidad, sino aquellas que permiten alcanzar una calificaci¨®n m¨¢s alta en segundo de bachillerato (o en COU) y en la prueba de selectividad, lo que les confiere ventajas para elegir carrera. Muchos estudiantes que cursar¨¢n carreras como f¨ªsica, qu¨ªmica o ingenier¨ªas no escogen matem¨¢ticas o f¨ªsica en segundo de bachillerato, dado que pueden acceder desde la opci¨®n B del bachillerato de ciencias, cursando qu¨ªmica, biolog¨ªa y otras optativas. En COU esto no es tan acentuado, porque el n¨²mero de optativas es menor. Por ello, cuando los profesores de Universidad manifiestan su preocupaci¨®n por el bajo nivel de los estudiantes en algunas materias de primer curso, debe r¨ªan saber si sus estudiantes las han cursado en los institutos. Ahora, por lo que se puede leer en la prensa, parece que los profesores de lat¨ªn van a mejorar su situaci¨®n. De ello debemos alegramos todos, pero puede darse la paradoja de que el lat¨ªn sea obligatorio en cuarto de ESO para todos los alumnos que quieran cursar bachillerato y la f¨ªsica y qu¨ªmica no lo sea ni tan siquiera para los alumnos que van a cursar los bachilleratos cient¨ªfico o tecnol¨®gico, en los que es obligatoria. Y esto se puede producir porque la situaci¨®n de las diversas asignaturas no parece depender de planteamientos racionales, sino de la influencia que algunos profesores tengan en el ministerio del ramo, de que el tema sea noticia, etc¨¦tera.

En resumen, ser¨ªa conveniente que el ministerio no se limitara a resolver el problema del lat¨ªn y abordase otros tan o m¨¢s preocupantes. En primer lugar, ahora que tanto se habla de cambios en las pruebas de acceso y se ha constituido una comisi¨®n al respecto, ser¨ªa conveniente que ¨¦sta comenzase revisando las materias con las que se puede acceder a determinadas carreras con la Ley de 30 de mayo de 1995.

En segundo lugar convendr¨ªa que, desde los 14 a?os, las ciencias de la' naturaleza apareciesen separadas en dos asignaturas obligatorias: biolog¨ªa y geolog¨ªa en tercero y f¨ªsica y qu¨ªmica en cuarto de ESO, como suced¨ªa en el anterior sistema. S¨®lo as¨ª se podr¨ªa garantizar la existencia de una ciencia para todos en secundaria, que permitiese comprender un mundo profundamente modificado por los avances cient¨ªficos y tecnol¨®gicos.

J. Solbes y F. Tar¨ªn son miembros del Centro de Profesores de Valencia y del Instituto de Secundaria de Picassent, respectivamente.