La derecha italiana opone una fuerte resistencia a la reforma de la ense?anza

El plan de reforma del sistema educativo en Italia que el Gobierno de Romano Prodi est¨¢ preparando con la ayuda de importantes intelectuales, como el escritor Umberto Eco o la Premio Nobel de Biolog¨ªa Rita Levi Montalcino, encuentra fuertes resistencias antes incluso de haber sido ultimado. Pol¨ªticos e intelectuales del centro derecha reclaman una igualdad entre la ense?anza p¨²blica y la privada que, a su juicio, el proyecto no promueve. Pero critican, sobre todo, el sesgo ideol¨®gico impreso a la reforma por el ministro Luigi Berlinguer, ex comunista.Seg¨²n el diario conservador Corriere della Sera, controlado por el grupo Fiat, Berlinguer se propone "formar la conciencia ¨¦tico-pol¨ªtica de los estudiantes" con viejas f¨®rmulas heredadas de la "vulgata marxista". Lo afirma Ernesto Galli della Loggia, uno de los editorialistas de punta del peri¨®dico milan¨¦s, en un largo an¨¢lisis del nuevo programa de historia para el trienio de formaci¨®n profesional publicado el pasado 13 de febrero.

Abuso de "modelo sociologizantes" dignos del peor Ferdinand Braudel, indulgencia hacia los reg¨ªmenes comunistas s¨®lo comparable con el encarnizamiento que despliega en la denuncia de los cr¨ªmenes nazis y fascistas, son elementos que Galli della Loggia detecta en este nuevo programa llamado a exponer "la historia, digamos, tradicional, la que pensaba que el mundo pudiera ser contado como un teatro de enfrentamiento' (tambi¨¦n) entre el bien y el mal". "?Indicios de r¨¦gimen? Yo no llegar¨ªa a decir tanto, por caridad. Pero s¨ª un buen pastiche did¨¢ctico-cultural", concluye.

"Cultura gramsciana"

Menos clementes son las de los pol¨ªticos. Rocco Buttiglione, el fil¨®sofo que ha colaborado con el Papa Karol Wojtyla y que hoy coopera con Silvio Berlusconi y su Polo de las Libertades, no duda en atribuir a Berlinguer "la voluntad de una hegemon¨ªa de la cultura comunista y gramsciarta que los cat¨®licos han combatido tanto". El ministro, primo hermano del l¨ªder del Partido Comunista Italiano (PCI) que promovi¨® el "compromiso hist¨®rico" con la Democracia Cristiana a finales de los a?os setenta, pod¨ªa esperarse este tipo de critica a sus actuaciones en un departamento que siempre estuvo en manos del ala cat¨®lica de los Gobiernos de coalici¨®n de la llamada Primera Rep¨²blica. Pero tal perspectiva no le ha impedido proponer que el 60 aniversario de la muerte de Antonio Gramsci, el gran te¨®rico marxista italiano, sea celebrado en las escuelas.

"Esperemos que estas celebraciones no impidan que la idea gramsciana de una escuela libre pueda seguir siendo discutida con los ense?antes", replic¨® uno de los 20.000 asistentes a la manifestaci¨®n que el movimiento cat¨®lico Comuni¨®n y Liberaci¨®n organiz¨® el pasado 14 de abril en Mil¨¢n contra la reforma de la ense?anza. Muchos de los manifestantes eran j¨®venes, lo que pareci¨® anticipar la victoria que la derecha obtuvo en las recientes elecciones de representantes universitarios.

M¨¢s preocupante para el Gobierno de Prodi fue la presencia en dicha concentraci¨®n de Mil¨¢n de su ministro de Asuntos Exteriores, Lamberto Dini, que reclam¨® junto a Berlusconi, Buttiglione y el l¨ªder de Alianza Nacional, Gianfranco Fini, los medios necesarios para que la escuela privada llegue a un plano de igualdad con la p¨²blica. El Gabinete italiano se, apoya en una espectro de fuerzas que van desde Refundaci¨®n Comunista hasta la vieja izquierda de la Democracia Cristiana y los centristas de Dini. Algunos de los pol¨ªticos que militan en ellas se sienten pr¨®ximos a las reivindicaciones de la derecha.