La sonrisa de Blair

La sonrisa de Tony Blair, que luce profusamente en el reportaje que se emite hoy en Canal + en Abierto en Canal (20.05), se ha convertido en uno de sus mayores atractivos. No es pose inventada por la telegenia, sino que la lleva desde peque?o, quiz¨¢s confiado en su "fulgurante estrella", que da t¨ªtulo a este programa. Pues sin duda la tiene y le ha situado a los 43 a?os junto a la puerta del 10 de Downing Street, la residencia oficial londinense de los primeros ministros, ocupada desde hace 18 a?os por conservadores.Tony Blair, cabalgando sobre las reformas de Neil Kinnock -quien perdiera la ¨²ltima elecci¨®n en la ¨²ltima semana de campa?a- y del fallecido John Smith, ha cambiado en profundidad al Partido Laborista, que hasta hace poco segu¨ªa manteniendo en sus estatutos el objetivo de la colectivizaci¨®n de los medios de producci¨®n. Antes que de izquierdas o socialista, el propio Blair se define como radical. Y parece serlo, quiz¨¢s inspirado por la experiencia de Clinton en EE UU y su obsesi¨®n por ocupar el centro. Lo que le lleva no a renegar de una buena parte de la herencia thatcheriana, pero s¨ª a plantear cambios radicales, especialmente en el terreno constitucional. ?Es la pura voluntad de poder lo que mueve a Blair? Este reportaje -que deja hablar, como se debe, a sus protagonistas- no parece indicarlo. Este hijo de la revoluci¨®n de los sesenta y de su reacci¨®n apunta m¨¢s bien a un nuevo estilo de pol¨ªtica en este fin de siglo y en esta gran democracia que es el Reino Unido. "Yo dirijo mi partido y ¨¦l [John Major] sigue al suyo", asegura Blair en uno de esos intensos debates parlamentarios cruzados que resumen bien la contienda.

Este hombre casi siempre -y muy brit¨¢nicamente- despeinado y de ropa mal planchada resulta natural. Refleja un cierto carisma, pero no el del tipo duro, sino el de una ternura, que sabe transmitir.

El Partido Laborista, ahora llevado por Blair y por su joven jefe de campa?a, Peter Mandelson -por cierto, un gran simpatizante de Espa?a, al menos desde la oposici¨®n-, cambia, pero es un partido serio y muy instalado en el cuerpo social brit¨¢nico, como queda claro en este reportaje. Este partido "es una vieja tradici¨®n", seg¨²n el arist¨®crata laborista Tony Benn, quien demuestra comprender plenamente el fen¨®meno Blair, aunque no comparta las ideas en boga.

Blair quiere ganar en su primer asalto al poder. ?Lo conseguir¨¢ el pr¨®ximo jueves? M¨¢s que siguiendo muchas encuestas, quiz¨¢s el telespectador encuentre su propia respuesta a esta pregunta al ver La fulgurante estrella de Tony Blair.