Sinopoli tiene programada toda su vida hasta el 2002

El del pasado viernes en el Auditorio Nacional, al frente de la Staatskapelle de Dresde, orquesta de la que es titular, fue un concierto especialmente emotivo para Giuseppe Sinopoli: se cumpl¨ªa un a?o del fallecimiento de su padre. Pero el director y compositor italiano, est¨¢ acostumbrado a convivir con una agenda que le indica el hotel donde va a dormir y la nota que va a sonar cuando levante la batuta todos los d¨ªas hasta el a?o 2002.

Giuseppe Sinopoli (nacido en Venecia en el a?o 1946) piensa que a partir de esa fecha su vida va a cambiar y no est¨¢ dispuesto a aceptar la direcci¨®n de una orquesta o de un teatro que est¨¦n a m¨¢s de 150 kil¨®metros de su domicilio romano.Porque Sinopoli, que ha desarrollado su carrera en Alemania y Austria, se considera un italiano exiliado, con ganas de volver a su tierra y habla con orgullo de la Gran Cruz al M¨¦rito que le concedi¨® el Gobierno de su pa¨ªs en 1994, por su contribuci¨®n a las artes.

Aunque comenz¨® a estudiar m¨²sica a los 12 a?os, Giuseppe Sinopoli se licenci¨® en Medicina por imposici¨®n paterna y se interes¨® despu¨¦s por la arqueolog¨ªa. Ten¨ªa cerca de 30 a?os cuando subi¨® por primera vez a un podio para dirigir una orquesta. Su curr¨ªculo incluye los principales escenarios oper¨ªsticos del mundo y. las salas de conciertos m¨¢s renombradas.

Desde hace cinco a?os es director de la Staatskapelle de Dresde, una de las formaciones con m¨¢s tradici¨®n en el repertorio alem¨¢n, al frente de la que interpret¨® en Madrid obras de Schubert y Bruckner. Su ¨®pera Lou Salom¨¦ se estren¨® en M¨²nich en 1981.

Tambi¨¦n se ha interesado Sinopoli por grabar e interpretar a m¨²sicos contempor¨¢neos, como Bruno Maderna. "La m¨²sica contempor¨¢nea", dice, "es un aspecto inquietante de la vida de hoy". Y considera que "estamos en un momento muy interesante de la creaci¨®n musical, en el que se abre un par¨¦ntesis o una interrogaci¨®n y se est¨¢ dilucidando un cambio radical para el futuro".

Sinopoli es, sobre todo, un hombre reflexivo, que se apasiona charlando de la m¨²sica ante un t¨¦ vegetal. Disecciona las piezas como un cirujano y las recompone como un arque¨®logo. Cuando se enfrenta a una obra, establece lo que denomina el "ante-texto: la construcci¨®n interna que hay antes de la composici¨®n". No le interesan ni la biograf¨ªa del artista ni la ¨¦poca que vivi¨® "m¨¢s que como elemento informativo" y se cree "un mediador entre la partitura y el p¨²blico". Indaga en "la esencia o en la pureza de la m¨²sica antes de que suenen las notas" y tal vez por esto, en s¨®lo 20 a?os, consolidado una de las carreras m¨¢s fulgurantes de los ¨²ltimos tiempos y est¨¢ considerado como uno de los principales directores del panorama actual.

Analiza el significado de los momentos en los que aparece la palabra "Dios" en una ¨®pera sin tiempo apenas de cambiarse para su concierto en el Auditorio, el pasado viernes, mientras el t¨¦ ya se ha enfriado. Ha escrito varios ensayos con sus reflexiones sobre la m¨²sica y piensa seguir haci¨¦ndolo. "Pero tendr¨¢ que ser a partir del a?o 2003".