"?C¨®mo pudo poner una bomba si yo estaba all¨ª?"

Una de las acusaciones que pesan sobre Oskar Barreras es la de haber colocado el pasado 28 de febrero un coche bomba a 100 metros escasos del colegio Padre Monta?o, de Lezama, precisamente aqu¨¦l en el que su padre trabaja como conserje. "?C¨®mo pudo poner una bomba sabiendo que yo estaba all¨ª, tan cerca? Es imposible. Yo no result¨¦ herido de milagro y me pudo pasar algo peor", alega Aurelio Barreras, en defensa de su hijo, en sus manifestaciones a El Correo. "Fue una explosi¨®n terrible que casi destroza el barrio, una salvajada. No me puedo creer que fuera ¨¦l", afirma.Se da la circunstancia de que Aurelio Barreras, despu¨¦s de hacer unas reparaciones, acababa de cruzar el patio de la escuela cuando se produjo el estallido. La metralla arras¨® todo el camino que hab¨ªa recorrido. Los desperfectos afectaron incluso a la propia habitaci¨®n de Oskar, sobre cuya cama cayeron los cascotes de las paredes y los cristales rotos de las ventanas, y a la carrocer¨ªa del coche de la familia, que estaba aparcado en las proximidades. "Despu¨¦s de la detenci¨®n [de Oskar]", razona, abrumado, Aurelio, "nos da verg¨¹enza pedir una subvenci¨®n del Gobierno para las ayudas por el terrorismo".

El padre de Oskar conf¨ªa en que su hijo no sea culpable de todo lo que se le imputa. Como de la colocaci¨®n de una bomba lapa, el 5 de enero, en el veh¨ªculo de un polic¨ªa nacional que, al ir a recogerlo, se percat¨® de que la puerta estaba forzada y decidi¨® no abrirla. ETA termin¨® avisando de su acci¨®n fallida y el artefacto fue desactivado por la Ertzaintza.