EE UU anuncia una reuni¨®n de Mobutu y Kabila para evitar un ba?o de sangre
, La suerte de Kinshasa y del a¨²n presidente de Zaire, Mobutu Sese Seko, penden de un hilo. Bill Richardson, enviado especial de EE UU a Zaire, anunci¨® ayer que Mobutu y el jefe rebelde, Laurent Kabila, se reunir¨¢n para evitar un ba?o de sangre en la capital. El problema es determinar d¨®nde. Pretoria, que ha tenido un papel mediador decisivo, sugiri¨® que la entrevista tendr¨¢ lugar en aguas internacionales a bordo del portahelic¨®pteros surafricano Outenniua. Sin embargo, una fuente de la delegaci¨®n estadounidense asegur¨® anoche que Mobutu no est¨¢ dispuesto a acudir al barco.
Richardson, que no descart¨® como sede al barco norteamericano Nassau que se encuentra frente a las cosas de Congo, asegur¨® ayer en Kinshasa, tras reunirse dos horas con Mobutu, que esta cumbre tendr¨¢ lugar muy pronto, tal vez este mismo fin de semana.El emisario norteamericano calific¨® el encuentro con Mobutu de sincero y franco, que traducido del lenguaje diplom¨¢tico muestra la existencia de diferencias. El embajador de EE UU ante la ONU, que dirige este esfuerzo desesperado para evitar la toma de Kinshasa por los rebeldes, entreg¨® al presidente zaire?o una carta personal del presidente Clinton, cuyo contenido no quiso revelar, ni si ¨¦sta es una suerte de ultim¨¢tum para que el dictador deje el poder. Richardson reiter¨® su tesis del d¨ªa anterior -necesidad de un gobierno de transici¨®n que conduza a unas elecciones-, pero a?adi¨® un matiz muy importante: su apoyo a un "alto el fuego inmediato".
Preguntado si la transici¨®n se har¨ªa con Mobutu en el poder, Richardson respondi¨® con un sorprendente "s¨ª". No es esa la posici¨®n de Kabila, que exige la salida de Mobutu y rechaza el alto el fuego como precondici¨®n. Richardson vol¨® ayer tarde a Lubumbashi para entrevistarse con Kab¨ªla. Aunque ¨¦ste acepta la cumbre con Mobutu, la ve tan s¨®lo como "una corta ceremonia de traspaso de gobierno". Richardson viajar¨¢ hoy a Kisangani para evaluar sobre, el terreno la crisis humanitaria de los 80.000 refugiados hutus, y por la tarde regresar¨¢ a Kinshasa para sostener un nuevo encuentro con Mobutu. De ¨¦l debe surgir la fecha y lugar de la cumbre con Kabila.
Ayer se supo algo que puede tener trascendencia: los partidos mobutistas y la oposici¨®n amaestrada eligieron a Mandulu, un hombre de nulo prestigio, presidente del Parlamento provisional. El puesto conlleva la sustituci¨®n de Mobutu en caso de dimisi¨®n. Mientras la v¨ªa diplom¨¢tica trata de progresar, los rebeldes no ceden en su empuje. La pasada madrugada tomaron el control de Kikwit, ¨²ltima gran localidad antes de Kinshasa. Los 10 espa?oles que se hallan en esa zona est¨¢n bien. La radio de Kikwit asegura que la poblaci¨®n se ha echado a la calle para dar la bienvenida a los rebeldes, a los que considera sus libertadores. Kikwit, que est¨¢ a 500 kil¨®metros de aceptable carretera de Kinshsa, es el granero de la capital zaire?a.
Mobutu pos¨® ayer unos segundos ante la prensa en la puerta de su palacio, pero evit¨® las preguntas. Con rostro serio, cansado y ojos tristes, el dictador se aferra al poder. Se niega tomar su avi¨®n y marchar al exilio.
"Espero que Kikwit sea un detonador para que Mobutu despierte", asegur¨® ayer un embajador occidental. Para Kabila, Kinshasa es esencial. Hay dos precedentes africanos a tener en cuenta: Charles Taylor control¨® toda Liberia menos Monrovia y hoy no es presidente. Lo mismo que Sawimbi en Angola.
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