Alfonso Armada estrena 'El alma de los objetos', su obra m¨¢s pol¨ªtica
El autor y director teatral Alfonso Armada, de 38 a?os, vuelve hoy al escenario de la madrile?a sala La Cuarta Pared con El alma de los objetos, una pieza que transita entre el teatro pol¨ªtico, el lenguaje on¨ªrico y la parodia divertida y despiadada. "Nos hemos dado el gustazo de hacer una obra absolutamente incorrecta, de humor salvaje", dice el autor y director, quien una vez m¨¢s trabaja con sus dos actores fetiche, Anne Serrano y Juli¨¢n Montero.Todos ellos, como miembros del grupo Koyaartisqatsi (que significa en la lengua de los indios hopi "vida fuera de equilibrio"), siguen con el mismo objetivo que se propusieron en 1985, cuando fundaron la compa?¨ªa: mezclar una visi¨®n ¨¢cida de la realidad con un minucioso rescate de la memoria como argumento teatral y vital.
El alma de los objetos es un espect¨¢culo con aromas kafkianos y bu?uelianos, dedicado al escritor John Berger. Hay un viciado proceso en el que un tribunal busca el castigo y no la verdad, y la m¨²sica de tambores est¨¢ especialmente presente a lo largo del montaje, en el que se incluyen otros temas musicales.
Armada es rotundo al afirmar que algunos objetos tienen m¨¢s alma que muchas personas despiadadas: "En la obra, la m¨¢s pol¨ªtica de todas las que he escrito, hemos intentado demostrarlo", dice el autor, que aclara que su texto no es pol¨ªtico en el sentido estricto del t¨¦rmino: "Lo que s¨ª est¨¢ claro es que es una cr¨ªtica feroz al capitalismo salvaje, que, a fin de cuentas, es una buena parte del capitalismo que hoy nos rodea, y del mercado como panacea de la humanidad, cuando a la vista est¨¢n los estragos que provoca, sobre todo en el Tercer Mundo", se?ala.Estragos en ?frica
El autor, con amplia experiencia como corresponsal de guerra en el diario EL PMS, no oculta que en el origen de la obra est¨¢n sus continuos viajes a ?frica' "Aunque este continente no aparezca en el texto, el haber estado all¨ª me hizo tomar la decisi¨®n de escribir algo sobre lo que est¨¢ pasando", dice sobre la influencia que ha ejercido sobre ¨¦l su paso por pa¨ªses en momentos de graves conflictos, como Ruanda, Liberia, Zaire, Somalia, Sud¨¢n o Burundi. "No s¨®lo me ha influido el ver los estragos que provoca all¨ª la sociedad del Norte, tambi¨¦n he tenido en cuenta lo que est¨¢ pasando en Espa?a, con este embrutecimiento general. Hay miedo, as¨ª como una competitividad salvaje entre los pocos que tienen trabajo, y una expulsi¨®n de los parados, emigrantes, de las gentes sin hogar y de todos los que el sistema considera que no le son ¨²tiles al mundo exterior", afirma.
La obra tiene referencias a la pol¨ªtica espa?ola, e incluso hay una parodia sobre la vida matrimonial de una presunta pareja presidencial. Pero lo esencial es la denuncia del capitalismo. Los personajes son dos vendedores que comercian con todo y que terminan convierti¨¦ndose en v¨ªctimas del mercado. Pasan de ser vendedores a procesados.
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