El empleo y la pol¨ªtica
No ha sido f¨¢cil este Primero de Mayo para los dos secretarios generales de UGT y de Comisiones Obreras. Y no porque faltaran razones para sentirse satisfechos. Remando contra corriente, con un partido de derecha en el Gobierno y bajo la exigencia del cumplimiento de los criterios de Maastricht, hab¨ªan conseguido poner un freno a la destrucci¨®n del mercado de traba o propiciada por la pol¨ªtica de relaciones laborales del PSOE, a pesar de las sucesivas huelgas generales.La apuesta es dif¨ªcil. Un buen ¨¦xito del acuerdo habr¨¢ de traducirse en datos estad¨ªsticos, sustituyendo el predominio actual de contratos a corto plazo por otros indefinidos, y no es f¨¢cil, en este orden de cosas, salir de la sima que en su d¨ªa cavaron los Gobiernos de Felipe Gonz¨¢lez. El abaratamiento del despido es la compensaci¨®n y s¨®lo hace falta que no crezcan los contratos fijos para que la operaci¨®n quede en un fiasco y que las casandras de todo tipo puedan cantar victoria. En especial el PCE de Julio Anguita, que tiene la ventaja de poder provocar una debilidad sindical ante la opini¨®n p¨²blica y a la hora de exigir la puesta en marcha de los controles para garantizar el cumplimiento del acuerdo. En definitiva, para nadie es un secreto que el Gobierno de Aznar y la CEOE celebran una aut¨¦ntica luna de miel, de modo que quebrantar los apoyos de los sindicatos firmantes constituye el favor m¨¢s claro que puede prestarse a la derecha pol¨ªtica y econ¨®mica de cara al futuro. Anguita ha jugado a esa carta, con tal de dinamitar a la actual direcci¨®n de CC OO, y tiene la ventaja del espectador que puede condicionar el resultado del juego.Lo prueban las im¨¢genes de este Primero de Mayo. Por supuesto, Anguita no tiene ni siquiera el valor de encabezar personalmente la protesta que ¨¦l mismo ha provocado. Marcha de week-end seudomilitante a Ja¨¦n, a asociarse a una protesta sectorial, la olivarera. Sus colegas en el sector duro de la direcci¨®n en PCE-1U imitan su ejemplo de tirar la piedra y esconder la mano. Otros les hacen el trabajo. Con unos cientos de seguidores en calidad de sicarios puede conseguirse lo esencial: reventar los discursos de Guti¨¦rrez y de M¨¦ndez en la Puerta del Sol. Es el patr¨®n batasuno, que desgraciadamente tendremos que contemplar m¨¢s de una vez en un futuro pr¨®ximo. ?Por qu¨¦ no convocaron un acto de condena de la reforma laboral con Marcelino Camacho, Agust¨ªn Moreno, Salce Elvira y Julio Anguita o, si no quiere estar ¨¦l, Frutos? Pero es m¨¢s pr¨¢ctico sembrar la bronca y la ciza?a, para luego poder afirmar que son las masas quienes le piden que las encabece para volver a los felices d¨ªas del "clase contra clase".
El penoso espect¨¢culo, montado por el "sector cr¨ªtico" y el PCE, con la colaboraci¨®n de la CGT y de unos cuantos individuos que ol¨ªan a otra cosa, es augurio de lo que se nos viene encima: una izquierda radical movida desde PCE-IU, desligada de la realidad y de la democracia, que encubre su desnudez pol¨ªtica con s¨ªmbolos merecedores de otro respeto, como la Rep¨²blica, y enfrentada a las organizaciones de los trabajadores. Tal es el regalo que este 1 de mayo nos hacen solapadamente Anguita y los suyos.
Entre tanto, Felipe Gonz¨¢lez debe estar meditando lo que va a contar en Cagliari dentro de 15 d¨ªas, conmemorando a Gramsci junto al l¨ªder m¨¢ximo del Olivo: olvidar¨¢ por un momento su entra?able amistad con Bettino Craxi y quiz¨¢ podr¨¢ explicar c¨®mo una sucesi¨®n de victorias electorales y de gobiernos de una llamada izquierda han ido edificando con solidez la hegemon¨ªa de la derecha en la pol¨ªtica espa?ola del fin de siglo. Nadie ignora que para el PSOE tampoco hay nada que cambiar. Lo importante es saber si Guerra baja la cabeza. y sigue de dos ficticio, o se va. Las candidaturas ser¨¢n unitarias porque existe comunidad de objetivos: lo que cuenta es recuperar el poder.
?Piensan UGT y CC 00 que resulta posible mantener la defensa de los trabajadores con semejante izquierda pol¨ªtica? La pregunta sigue en pie desde la huelga general de 1988.
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