Apoteosis del wonderbra
En su reciente, sangrienta y a ratos estremecedora Scream una colecci¨®n de citas cin¨¦filos de gran calado, Wes Craven se marca un sentido homenaje a la sufrida Jamie Lee Curtis con la proyecci¨®n, en v¨ªdeo, de El tren del terror de Rober Spottiswoode, que unos adolescentes literalmente enloquecidos por el g¨¦nero terror¨ªfico ven en religiosa comuni¨®n mientras suspiran por los encantos f¨ªsicos de la entonces atl¨¦tica joven. Hace a?os de ello, pero que los tales encantos, y especialmente los casi sobrenaturales pechos de Mrs. Curtis siguen, Wonderbra mediante, en glorioso esplendor es algo de lo que da cuenta Criaturas feroces, hasta el punto de hacer de ellos objeto directo del humor desenfrenado y muy poco pol¨ªticamente correcto que exhibe con irreprimible orgullo. A nadie asombrar¨¢ pues que la cotizada marca de sostenes ocupe lugar destacada en los agradecimientos que cierran el filme.Segunda gamberrada, a ochos a?os vista, del equipo creador de la desopilante Un pez llamada Wanda -los ex-Monty Python Cleese y Palin, m¨¢s el siempre eficaz Kline y la musa Curtis-, Criaturas es una desastrada, irreverente y a la postre muy entretenida comedia de absurdos, la ocasi¨®n de oro para que Cleese y Palien vuelvan a rescatar del olvido una de sus ideas, no realizadas, para el c¨¦lebre y hoy fenecido show televisivo que estuvo en el origen del grupo Monty Python. Y esa idea, convertida en un gui¨®n que tiene alg¨²n desfallecimiento debido sobre todo a la reiteraci¨®n, no es otra que mostrar hasta d¨®nde puede llegar el esp¨ªritu neoliberal aplicado a la explotaci¨®n comercial de un zool¨®gico del cual deber¨¢ desterrarse todo animal que no sea feroz y capaz de los mayores atrocidades. Que quien tenga que llevar a cabo esa reorientaci¨®n de los "contenidos" del zoo o sea, a pesar de las apariencias, un alma sensible es el origen de casi todos los problemas.
Criaturas feroces
(Fierce Creatures)Direcci¨®n: Robert Young y Fred Schepisi. Gui¨®n: John Cleese y Iaian Johnstone, seg¨²n una idea de Cleese y Michael Palin. Fotograf¨ªa: Adrian B¨ªddle y lan Baker. M¨²sica: Jerry Goldsmith. Producci¨®n: J. Cleese y Michael Shamberg, EE UU-Gran Breta?a, 1996. Int¨¦rpretes: J. Cleese, Jamie Lee Curtis, Kevin Kline, M. Palin, Robert Lindsey, Ronnie Corbitt. Estreno en Madrid: cines Canciller, Vaguada, Espa?a, Amaya, Novedades, Palafox, Bellas Artes (V. O. S.).
Tres pilares
Tres son los pilares sobre los que se asienta s¨®lidamente el filme: uno, ese humor tan surreal que ya campaba en la producci¨®n anterior de Cleese, y tambi¨¦n en Un pez ... ; dos, un ¨¢cido tono de cr¨ªtica que no deja t¨ªtere con cabeza. Y tres, recurso cl¨¢sico del g¨¦nero, un juego constante de equ¨ªvocos, que tiene su apogeo en una divertida secuencia con tres personajes involuntariamente encerrados en un armario.
Tiene Criaturas algunos golpes escondidos que, bien dosificados, soportan con donaire el conjunto del gui¨®n. Pero ostenta sobre todo un aire festivo, de disfrute com¨²n entre sus protagonistas, que la convierte de inmediato en un filme apreciable, y que logra pasar incluso por encima de esa sospechosa paternidad compartida entre dos directores, el televisivo y bien poco interesante Robert Young y el australiano Fred Schepisi, autor de alg¨²n filme m¨¢s que estimable, como el excelente y aqu¨ª virtualmente clandestino Seis grados de separaci¨®n, y un hombre que, hasta la fecha, no parec¨ªa muy afecto al humor de trazo grueso. Viejos compinches, Cleese y Palin se ajustan muy bien a sus personajes; Mrs. Curtis se limita a estar, sonreir y mostrarse, mientras que Kline, un actor que, al parecer, est¨¢ entre los mejores int¨¦rpretes shakeasperianos del teatro estadouniden se, vuelve a revalidar con un doble papel que el propio film se toma muy a guasa, sus credenciales como eficaz, socarr¨®n comediante.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.