Las entra?as del monstruo imperfecto
Todo lo que quer¨ªa saber de 'Deep Blue' y no se atrev¨ªa a preguntar
Es posible que las computadoras no alcancen nunca la perfecci¨®n en ajedrez porque el n¨²mero de jugadas posibles (10 elevado a la potencia 123, un uno seguido de 123 ceros) puede ser mayor que el de ¨¢tomos en el Universo. Por eso Kasp¨¢rov tiene, un margen de esperanza en su herc¨²leo reto deportivo contra el programa Deep Blue, capaz de analizar m¨¢s jugadas en tres minutos (200.000 millones) que el ruso en toda su vida. Para IBM, el experimento es muy rentable desde el punto de vista cient¨ªfico y comercial. Este informe es un viaje a las entra?as de un monstruo vulnerable.?Cu¨¢ntas veces m¨¢s potente es 'Deep Blue' con respecto a un ordenador normal? Es dif¨ªcil precisar. Un PC tiene un s¨®lo chip. La supercomputadora donde corre el programa Deep Blue cuenta con 512 chips en 32 procesadores que trabajan en paralelo, coordinadamente. Pero no todos los chips son igual de potentes (algunos s¨®lo sirven como memoria o para jugar al ajedrez). Se estima que Deep Blue es al menos 50 veces m¨¢s potente que los ordenadores normales. Por ejemplo, s¨®lo necesita 3 minutos para analizar posiciones que el ordenador m¨¢s potente de Kasp¨¢rov (a 200 megaherzios) no resuelve en 6 horas.
?C¨®mo juega Deep Blue? Uno de los procesadores act¨²a como supervisor: elabora el ¨¢rbol de variantes -cada jugada de las blancas se ramifica en cada una de las respuestas posibles de las negras, y as¨ª sucesivamente-, fija la profundidad (n¨²mero de jugadas vistas con antelaci¨®n) del an¨¢lisis, reparte las variantes entre los dem¨¢s procesadores, supervisa el trabajo y elige la mejor jugada tras evaluar hasta 200.000 millones en tres minutos, el tiempo medio por jugada en el ajedrez de competici¨®n.
?Aprende de sus errores? S¨ª, de dos maneras. Todas las partidas que disputan pasan a su memoria (que ya contiene un mill¨®n de partidas de grandes maestros) y no vuelve a cometer el mismo error en la misma posici¨®n. Por otro lado, los ingenieros pueden" corregir el programa antes de la pr¨®xima partida cuando detectan un error de concepto.
?Cu¨¢l es su punto d¨¦bil? La evaluaci¨®n. Le han programado una escala de valores (dama=10 puntos; torre=5; alfil=3; caballo=3, pe¨®n=1) pero el gran problema es que las normas estrat¨¦gicas del ajedrez tienen muchas excepciones. La partida del s¨¢bado es un ejemplo perfecto; Deep Blue calcul¨® una combinaci¨®n bell¨ªsima y aparentemente decisiva pero evalu¨® incorrectamente la posici¨®n resultante: el alfil de Kasp¨¢rov en la gran diagonal val¨ªa bastante m¨¢s que la torre inactiva del programa.
?Por qu¨¦ IBM invierte tanto en ajedrez? Es lo bastante complicado para plantear problemas muy dif¨ªciles y lo bastante sencillo para entenderlos. Los progresos realizados en el trabajo con Deep Blue pueden aplicarse a cualquier campo en el que haya que tomar la decisi¨®n correcta entre muchas posibles: por ejemplo, c¨¢lculo molecular en la producci¨®n de medicinas, tr¨¢fico a¨¦reo, operaciones bancarias o traducci¨®n autom¨¢tica. A lo que se debe a?adir el beneficio publicitario: IBM estima que sus ventas en 1996 se incrementaron en 165 millones de d¨®lares (24.000 millones de pesetas) gracias al primer duelo contra Kasp¨¢rov, que tuvo menos eco que el actual.
?El campe¨®n del siglo XXI ser¨¢ una m¨¢quina? Parece inevitable. La supercomputaci¨®n es una ciencia a¨²n en mantillas. Dentro de algunos a?os, es probable que los ordenadores port¨¢tiles tengan las prestaciones actuales de Deep Blue. En buena l¨®gica, el progreso servir¨¢ para que la combinaci¨®n de fuerza bruta y conceptos estrat¨¦gicos programados resulte insuperable para un ajedrecista humano. En ese caso, la superioridad de una computadora sobre el sucesor de Kasp¨¢rov ser¨¢ tan normal como la de una gacela sobre Michael Johnson.
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