Una mafia pagaba con hero¨ªna a 30 empleados como alba?iles en Portugal
"Hemos descubierto un submundo", dice la policia
La desarticulaci¨®n de una red que explotaba a 30 j¨®venes toxic¨®manos a cambio de hero¨ªna y les ten¨ªa sometidos a una absoluta esclavitud, inimaginable a fines de siglo en Europa, ha estrmecido a Portugal. La guardia Nacional Republicana detuvo el pasado lunes en Oporto a 11 acusados, que contrataban como alba?iles a heroin¨®imos de entre 20 y 30 a?os, acambio de tres dosis diarias de caballo
Los investigadores de la Guardia Nacional Republicana, seg¨²n los datos facilitados por este cuerpo de seguridad, llevaban m¨¢s de un mes tras la pista de esta organizaci¨®n que, sin el m¨¢s m¨ªnimo escr¨²pulo, explotaba a los j¨®venes, en trabajos de sol a sol, y los manten¨ªa reclu¨ªdos en barracas de forma miserable.Durante la jornada de ayer, ning¨²n responsable del Gobierno ni del gabinete de la ministra de Empleo, Maria Joao Fernandes Rodrigues, se hab¨ªan pronunciado oficialmente sobre tan escabroso asunto. Algunos de los accionistas de la empresa, cuyo nombre no ha sido facilitado, afirmaron desconocer por completo la gesti¨®n de sus administradores.
La operaci¨®n policial, dirigida por el capit¨¢n M¨¢rio Antunes, concluy¨® con la detenci¨®n de 11 personas y con la confiscaci¨®n de seis autom¨®viles, cerca de medio kilo de hero¨ªna y algunos gramos de coca¨ªna, as¨ª como diferentes armas, tel¨¦fonos m¨®viles y otros aparatos de comunicaciones.
El propio capit¨¢n de la Guardia Nacional Republicana se mostraba estupefacto ante el sorpredente descubrimiento: "?C¨®mo es posible que esto ocurra en pleno siglo XX? Los j¨®venes viv¨ªan en barracas en r¨¦gimen de casi esclavitud; dorm¨ªan en tablas, rodeados de agua que en algunos casos les llegaba hasta las rodillas, sin nada que les cubriera, entre humedad, fr¨ªo o lluvia, sin cuarto de ba?o, sin contratos, ni seguros; en condiciones absolutamente infrahumanas".
Sin despejarse de su asombro, Antunes relata que los j¨®venes "trabajaban de sol a sol por una peque?a papelina de ma?ana, otra para la hora del almuerzo y una de noche; eran verdaderos esclavos que se inyectaban junto a los lugares de trabajo, cerca de las escuelas, donde pillaran". "Hemos descubierto un submundo", confiesa el capit¨¢n, "que nunca imagin¨¢bamos que existiese en los tiempos que corren".
Los agentes de la GNR detuvieron, en primer lugar, al conductor de la camioneta que diariamente les trasladaba desde sus barracas hasta el trabajo y quien supuestamente se encargaba de facilitarles la dosis matinal.
Luego fueron detenidos el constructor, de 35 a?os, con antecedentes penales y cuya identidad no ha sido revelada, y varios de los trabajadores e intermediarios. Todos ellos fueron puestos a disposici¨®n judicial en el Tribunal de Vila Nova de Gaia, localidad bien conocida como cuna de las bodegas de Oporto.
Antunes reconoci¨® que la empresa, pese a que trabajaba desde hac¨ªa tiempo en grandes obras, no dispon¨ªa de ninguna documentaci¨®n legal. Ante esa constataci¨®n, Antunes cuestion¨® p¨²blicamente la responsabilidad de las autoridades encargadas de inspeccionar y fiscalizar este tipo de empresas.
La patronal, por medio de Jorge Alves de Oliveira, presidente de la Asociaci¨®n de Empresas de la Construcci¨®n, reconoce que "es un caso absolutamente incre¨ªble; nadie con un m¨ªnimo sentido de la humanidad puede reclutar a toxic¨®manos y retribuirles el trabajo con droga".
Un 70% de ilegales
El presidente del Sindicato de Trabajadores de la Construcci¨®n, M¨¢rmoles y Maderas de Oporto, Albano Oliveira, explica que el asunto "refleja el regreso a la esclavitud en todo este ¨¢rea; y no es culpa de la falta de inspecciones sino del sistema pol¨ªtico. Portugal es un pa¨ªs atrasado porque el actual Gobierno y el anterior est¨¢n permitiendo que contin¨²en estas situaciones. Y la tendencia es a agravarse". El presidente del Sindicato de la Construcci¨®n Civil, Joao Serpa, dice que "nadie fiscaliza nada; entre la ley y la pr¨¢ctica hay un abismo. M¨¢s del 70% de los trabajadores son admitidos en las obras sin el m¨¢s m¨ªnimo contrato, sin registros y sin relaci¨®n con la seguridad social".
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